IDD-Lat 2006

Venezuela

 
·  Como se evidencia en la tabla, Venezuela ha mejorado su puntaje en desarrollo democrático, aunque sigue estando entre los países con el peor desempeño de la Región. En un año sólo ha escalado un puesto del Ranking. El mejor desempeño ha sido producto de mejores valores en los indicadores de las Dimensiones III y IV.
·  Con respecto a la Dimensión II, “Respeto de los Derechos Políticos y las Libertades Civiles”, logra resultados más bajos que el año anterior en la puntuación del Índice de Derechos Políticos y en el indicador de Inseguridad. El único valor que mejora, con respecto al 2005, es el de Género.
·  En la Dimensión III “Calidad Institucional y Eficiencia Política”  mejora los valores que corresponden a Participación de los partidos políticos en el Poder Legislativo y en Accountability. Sin embargo el resultado final no es tan positivo debido a una caída en el indicador de Desestabilización por un mayor número de víctimas de la violencia política. Además Venezuela es castigada, por cuarto año consecutivo, con el Factor de Anormalidad Democrática. Durante el 2005, por diversas políticas aplicadas por el presidente Chávez (expropiaciones de tierras, persecuciones políticas, hostigamiento a los medios de prensa opositores, etc.) la ciudadanía fue pasando –cada vez más- hacia una actitud de resistencia pasiva que desembocó en la enorme abstención electoral (más del 70%) en las cuestionadas elecciones parlamentarias de diciembre, donde el oficialismo se alzó con todos los cargos en disputa, dejando al país sin oposición con representación parlamentaria.
El impacto económico de una economía beneficiada por los precios del petróleo y sus derivados, permiten a Venezuela lograr mejores resultados en la Subdimensión “Capacidad para Generar Políticas que Aseguren Eficiencia Económica”, al obtener incrementos en los indicadores de PIB per cápita, Endeudamiento e Inversión, aunque no sucede lo mismo con su nivel de Libertad Económica. El Subíndice Social presenta mejores desempeños en Salud, Educación y en la reducción del Desempleo. Sin embargo, no logra mejorar la Distribución del Ingreso.
 
MEMORIA DEMOCRATICA
VENEZUELA
En el año 2005, en base al impresionante aumento de los precios del petróleo y dando muestras de una gran capacidad de uso de las técnicas del marketing político, Chávez emprendió una serie de iniciativas destinadas a consolidar su "revolución bolivariana", consolidó su prédica de un "socialismo para el siglo XXI" y extendió agresivamente, con dinero y petróleo, su influencia en Latinoamérica. La espectacular trayectoria del ex militar alcanzó su clímax con la consolidación de su control de todas las instituciones estatales del país, culminada en diciembre de 2005 con las elecciones que otorgaron a sus partidarios todos los escaños en la Asamblea Nacional.
En un marco de apatía y con la ausencia de la mayor parte de la oposición, los partidos aliados de Hugo Chávez se quedaron con los 167 escaños de la Asamblea Nacional (AN) que se pusieron en juego en las elecciones legislativas celebradas el 4 de Diciembre de 2005. Pero, según datos del escrutinio, apenas el 25 por ciento del padrón emitió su voto, porque no participaron las fuerzas opositoras. En las elecciones municipales de agosto de 2005 en las que participaron todos los partidos políticos, la abstención había sido también alta, pero participó más del 30% del padrón electoral.
Para justificar su boicot electoral y su llamado a no sufragar, la dirigencia antichavista cuestionó la transparencia del sistema de votación y desoyó informes de veedores internacionales que garantizaban la limpieza del comicio. La oposición a Chávez, que había logrado unificarse en la mayoría de los distritos, sostuvo largas conversaciones con el Consejo Nacional Electoral para lograr que el sistema altamente automatizado que se utilizaba pudiese ser auditado de modo efectivo. Pero, al comprobarse que era posible para el gobierno conocer la forma en que cada ciudadano había votado -y tomar las consecuentes represalias- los partidos de la oposición decidieron retirar sus candidatos de la contienda.
El temor a que se hubiera violado el secreto de voto se consolidó al extenderse el conocimiento de que se había excluido de puestos de la administración y de cualquier firma de contratos con ella, a los 3,5 millones de firmantes del escrito para que se convocara un referéndum sobre la posible destitución de Chávez, que ganó éste en agosto de 2004.
Finalmente, las votaciones se desarrollaron en calma pero con una abstención electoral notable: el gobierno, a través del CNE al que controla por completo, dio la cifra de 75%, pero fuentes confiables permitieron aseverar que sólo alrededor del 20% de los ciudadanos inscriptos se decidió a votar. El Congreso, por lo tanto, quedó totalmente en manos de los partidos de gobierno, firmemente unidos alrededor de la figura caudillista de Chávez, con lo que podrá reformarse la constitución para que se concrete la pretendida posibilidad de reelecciones presidenciales indefinidas.
Los partidos de oposición se retiraron de las elecciones no sólo por su desconfianza hacia un sistema electoral que, en el fondo, podía ser manipulado más fácilmente que el sistema tradicional de conteo manual, sino porque la ciudadanía había decidido ya, masivamente, no concurrir a las urnas: la convicción de muchos de que Chávez había manipulado las cifras del referéndum del año anterior y la seguridad de que el oficialismo usaría cualquier recurso para asegurarse una mayoría absoluta en la Asamblea, habían hecho que ya un amplio sector del electorado perdiese toda esperanza de modificar por la vía del voto al régimen actual.
En su balance del año 2005, el Vicepresidente Rangel fue muy claro: “Este año ha sido estupendo para el Gobierno. Los logros económicos: controlar la inflación, bajar el desempleo al 10%, creció el Producto Interno Bruto, se desarrollaron a fondo las misiones, una política internacional exitosa y desapareció la oposición”, ¡toda una concepción de la democracia! Otra es la mirada de la Conferencia Episcopal venezolana que protestó contra "la amplia y profunda corrupción en diversas áreas, y las dispendiosas ‘solidaridades’ externas, el deterioro de nuestras instituciones, y la disminución de la calidad de vida por el aumento acelerado de la pobreza y la inseguridad...... La imagen que hoy por hoy sintetiza muchas imprevisiones, omisiones y manipulaciones, es el colapso de diversas obras de la infraestructura vial, sanitaria y educativa a lo largo y ancho del país". En su programa semanal Aló Presidente, el Presidente Chávez respondió a la declaración de los obispos aduciendo que estaba "plagada de mentiras descaradas" y aseguró que Venezuela era "la democracia más sólida del continente".
La Revolución Bolivariana realizó una serie de expropiaciones, durante el mes de septiembre, que se sumaron a un clima opresivo de acusaciones políticamente motivadas hacia importantes personalidades del país. Ante este cuadro, que incluía ya la existencia de unos 2.000 refugiados políticos en los Estados Unidos, la ciudadanía fue pasando cada vez más hacia una actitud de resistencia pasiva que desembocó en la abstención electoral. Chávez estuvo muy activo en la escena internacional. Pero es importante destacar que la economía muy controlada de Venezuela, aunque sigue creciendo, lo hace ya sólo por el efecto de unos precios petroleros muy altos y a costa, además, de un endeudamiento internacional que sobrepasa los 45.000 millones de dólares. La inflación, la escasez de las inversiones en infraestructura y la extendida corrupción hacen pensar que, para Chávez, se acercarán tiempos complicados cuando trate de reelegirse en diciembre de 2006.
En una decisión tomada a mediados de diciembre de 2005 un tribunal condenó al dirigente máximo de la CTV (Confederación de Trabajadores de Venezuela), Carlos Ortega, a casi 16 años de prisión por un delito inexistente: “Rebelión Civil”. La causa: haber encabezado el paro general que trató de derrocar a Chávez hace 3 años. La medida causó estupor entre muchos venezolanos.
2005 ha sido también el año del despliegue de una importante política destinada al rearme de las Fuerzas Armadas y de las milicias populares organizadas por el gobierno venezolano. La nueva Ley de Fuerzas Armadas situaba a todas las tropas regulares y a una nueva reserva civil de 2,6 millones de voluntarios bajo el mando operativo del presidente en tres posibles casos: la defensa frente a una invasión estadounidense, con tácticas guerrilleras "asimétricas", un conflicto con Colombia, y un levantamiento interior.
Chávez ha creado grupos militares de élite que dependen personalmente de él, al margen de las fuerzas de seguridad regulares. Ha encargado 100.000 fusiles de asalto y una flota de helicópteros de transporte y de ataque a Rusia, cazabombarderos de turbopropulsión avanzada a Brasil y patrulleras aptas para el uso de misiles y aviones militares de transporte a España.
Como parte de su estrategia internacional, en diciembre de 2005, Chávez anunció el ingreso pleno de Venezuela al MERCOSUR, iniciando una política de seducción hacia Brasil y Argentina y un despegue de la Comunidad Andina de Naciones que era el bloque regional en el que Venezuela se desempeñaba hasta el presente.
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