IDD-Lat 2006

Perú

 
·  Perú muestra un mejor nivel con respecto al año 2005, creciendo más del 14% y subiendo un lugar en el Ranking, del puesto 15º al 14º. Aunque todavía se mantiene en el grupo de países con bajo desarrollo democrático.
·  Ha obtenido una leve mejora en todas sus dimensiones, especialmente en la Subdimensión Económica.
·  Todos los indicadores de la Dimensión II “Respeto de los Derechos Políticos y Libertades Civiles” han mantenido los mismos valores que en el 2005, con une leve mejora en el indicador de género.
·  Su desempeño ha sido positivo en la Dimensión III “Calidad Institucional y Eficiencia Política”, basado en un mejor comportamiento de los Indicadores de Participación de los Partidos Políticos en el Poder Legislativo y de Accountability, aunque muestra un retroceso en el Indicador de Desestabilización, por contar con una mayor cantidad de víctimas de la violencia política.
·  En la Subdimensión “Capacidad para Generar Políticas que Aseguren Eficiencia Económica”, los mejores valores alcanzados en PIB per cápita, Brecha de Ingreso, Endeudamiento e Inversión, hicieron que el descenso leve en el puntaje obtenido en Libertad Económica no haya impedido el crecimiento del país en esta subdimensión.
·   No ha sucedido el mismo comportamiento en Capacidad para generar políticas que aseguren Bienestar por el pobre desempeño en Salud y en Educación, y por no obtener logros importantes en la lucha contra el Desempleo y la Pobreza.
 
MEMORIA DEMOCRATICA
PERU
Uno de los datos políticos del año fue la reiteración de crisis de gabinete que vivió el gobierno. El pico de tensión se produjo, en agosto, cuando el Presidente, Alejandro Toledo, designó a Fernando Olivera como ministro de Relaciones Exteriores y desató la crisis ministerial total, que incluyó la renuncia de Carlos Ferrero a su cargo de premier. Así obligó a todo el gabinete, incluyendo al flamante canciller, a poner sus cargos a disposición del presidente. Inicialmente, Toledo hizo oídos sordos a las manifestaciones opositoras a la posibilidad que Olivera integrara el gabinete, no sólo de los miembros de su propio partido, sino además de la opinión pública y de los restantes ministros, hasta que debió ceder y desistir de la incorporación de Olivera, que era el líder del Frente Independiente Moralizador - FIM, su aliado político. Tras dos días en el cargo, Olivera, debió renunciar, pero lo hizo dejando en claro que se consideraba una víctima del oficialismo: dijo al renunciar que la renuncia de Ferrero fue un acto de traición, diseñado para asesinarlo política y moralmente.
Pese a su escasa popularidad, el gobierno de Alejandro Toledo dio muestras de respetar libertades civiles y políticas fundamentales para un régimen democrático. El Ejecutivo, por ejemplo, al margen de una u otra intención de entrometerse en los medios de comunicación, respetó la libertad de prensa; el uso de la represión ante la infinidad de movilizaciones urbanas y rurales fue limitado; la relación entre el Ejecutivo y el Poder Judicial tuvo momentos de tensión a causa de declaraciones críticas del presidente Toledo y respuestas de la misma intensidad por parte de la Corte Suprema, pero si el Poder Judicial funcionó mediocremente y con pasmosa lentitud en los casos de corrupción, por ejemplo, esto no se debió a una injerencia del Ejecutivo sino a actitudes estrictamente propias e institucionales.
Durante el 2005, a su vez, comenzó en firme la carrera para las elecciones presidenciales que se realizaron el 9 de abril de 2006. Muchos son los candidatos que se presentaron, aunque los favoritos eran Lourdes Flores, de la Unidad Nacional, que alcanzaba más del 25% en las encuestas y Ollanta Humala, del recientemente creado Partido Nacionalista Unión por el Perú, con el 22%. Más atrás aparecían Alan García, del APRA, Valentín Paniagua, del Frente del Centro, y los fujimoristas, que ya percibían que su líder no podría presentarse a la contienda por la inhabilitación que pesaba sobre él y que no poseerían, en tal caso, mayor caudal electoral. Alberto Fujimori, quien trató de forzar los acontecimientos con audacia, se encontraba detenido en Chile, a la espera de su posible extradición.
Ollanta Humala es un teniente coronel retirado, que intentó, en años pasados, un golpe de estado contra Fujimori, y se propuso como candidato antisistema con un mensaje radical, populista y de izquierda. Su posible victoria daría verdadero alcance regional al grupo que encabezan Chávez y Fidel Castro, y que ahora cuenta con el mandatario boliviano. Por eso las elecciones del Perú eran realmente decisivas y mostraron hasta qué punto esta tendencia podía convertirse en un verdadero polo de importancia a nivel continental.
La intención de voto de Ollanta Humala parecía, hacia fin del 2005, subir como la espuma. La última encuesta de Ima, en Lima y Callao, lo ubicaba con 11,2% en tercer lugar, solamente detrás de Lourdes Flores y Alan García. El ex presidente Alberto Fujimori había retornado a Sudamérica el 6 de noviembre. Pese a su condición de prófugo de la justicia peruana, Fujimori seguía afirmando que se postularía a la presidencia el año próximo.
Los meses anteriores a la elección de abril se presentaron difíciles e inciertos. Pese a que en las encuestas Lourdes Flores se encontraba en un sólido primer lugar desde hacía unos meses, no existía un claro favorito para ganar los comicios del 9 de abril. Eran muchos los indecisos, y los liderazgos de los candidatos de los partidos tradicionales parecían volverse más frágiles cada día. Todo indicaba que en los sectores más pobres, el llamado a ganarse los votos fujimoristas era Humala. Sin embargo, el líder del Partido Nacionalista no obtendrá los mismos resultados en los sectores económicos A y B. Entre la derecha empresarial el rechazo será absoluto. Ahí se concentrará la principal base de apoyo de la candidata del PPC.
Durante el 2005 el Perú mantuvo un desarrollo económico positivo. En términos de crecimiento económico, el PBI creció el 6.7%, gracias a un crecimiento dinámico de los sectores agrícola y de minería e hidrocarburos, pero también gracias a otros sectores como la producción eléctrica y la construcción. Las exportaciones tuvieron un crecimiento de 37%, incentivado por los favorables precios internacionales de los minerales y otras materias primas y los mayores volúmenes embarcados hacia el exterior.
La inflación fue históricamente baja (1.49%), reflejando una recuperación en relación al 2004, cuando la inflación fue un poco más alta (3.48%), debido al incremento del precio de los productos agrícolas. El entorno económico favorable tuvo efectos positivos para la inversión privada, que mostró gran dinamismo durante el 2005, registrando un incremento de 13.9%.
A pesar de registrar varios logros importantes en términos económicos durante los últimos años, el Perú todavía es caracterizado por un alto de pobreza y desigualdad entre sus ciudadanos. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática del Perú (INEI), el 51.6% de los peruanos eran pobres en el 2004, comparado con el 54.3% en el 2001. Alrededor del 19.2% de la población vivía en extrema pobreza en el 2004, una mejora desde el 2001, cuando el 24.1% vivía en esa condición. Aunque estos resultados demuestran una mejora en los s de pobreza, aún falta mucho antes de llegar a una cohesión social en el Perú, lo que representa el problema más agudo en este país.
De igual manera, el último informe de vivienda del INEI (2005), demuestraba que existen muchos problemas de calidad de vivienda. Un 41% de las viviendas en el Perú tienen piso de tierra y menos que la mitad (48.5%) tiene red pública de desagüe dentro de la vivienda. Aproximadamente 60% tiene conexión de agua en la vivienda, mientras un 72% tiene luz eléctrica.
La cobertura de la educación en el Perú ha aumentado durante los últimos años llegando a más de 80% y, según el último censo del INEI, unos 11.8% de la población carecen de nivel educativo. Sin embargo, un estudio de las Naciones Unidas demuestra que la calidad de la educación es la segunda más baja en América Latina, sólo Haití tiene una calidad peor, y que el Perú está lejos de los estándares internacionales en cuanto al conocimiento básico de los alumnos. Además, unos 17% de la población entre 3 y 16 años no asiste al colegio, debido a la falta de centros de estudio o la falta de dinero, y todavía, un poco más que 13% de los peruanos son analfabetos.
La tasa de desempleo ha mejorado ligeramente durante los últimos años, bajando desde 9.7% en diciembre del 2003 hasta menos de 8% en diciembre del 2005. Sin embargo, todavía hay una gran cantidad de peruanos que no está empleada adecuadamente. Una gran cantidad está subempleada, es decir trabajan menos que 32 horas por semana y desean trabajar más. Además, el sector informal ocupa gran parte de la economía peruana (más de 60%), lo que significa que gran parte de las personas empleadas no cuentan con seguro social, vacaciones y otros beneficios ligados con un trabajo formal.
En política internacional se frustró la negociación del TLC con Estados Unidos. Primero se retiró Ecuador, después Colombia y finalmente también el Perú. Mientras que Ecuador y Colombia ya se habían retirado el 22 de noviembre de 2005, el Perú recién lo hizo el 23. La razón: no había acuerdo con respecto a las áreas de agricultura y propiedad intelectual. En agricultura, la clave son los “productos sensibles”: aquellos productos que perderían mucho mercado si tuvieran que competir de igual a igual con sus similares estadounidenses. Para proteger a estos productos, el Perú propuso la introducción de cuotas de importación que se irían elevando paulatinamente. En el tema de la propiedad intelectual, el Perú aceptó que las empresas farmaceúticas pudieran proteger los datos de pruebas de sus medicamentos por cinco años. La manzana de la discordia estuvo en el tema de las patentes sobre plantas y animales: El Perú rechazaba que se otorgaran, EE.UU. en cambio lo exigía.
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