IDD-Lat 2006

El Salvador

 
·  El Salvador es uno de los países que ha descendido en el Índice de Desarrollo Democrático 2006, respecto al valor obtenido en el 2005 (6,6%), aunque sólo ha perdido un lugar en el Ranking (del 6º al 7º). Pertenece al grupo de países con desarrollo democrático medio, aún estando por debajo del promedio de la Región.
·  El comportamiento de los distintos indicadores de la Dimensión II, “Respeto de los Derechos Políticos y las Libertades Civiles”, ha permitido que la puntuación recibida este año sea superior a la del 2005, debido principalmente a una fuerte mejora en el indicador de Género, aunque el indicador de Inseguridad haya empeorado levemente.
·  En la Dimensión III “Calidad Institucional y Eficiencia Política”, el impacto negativo lo dan los valores obtenidos en Accountability y en Desestabilización Democrática. El resto de los indicadores se ha mantenido estable.
·  En la Dimensión IV, los indicadores que dan cuenta de la capacidad de generar políticas que aseguren eficiencia económica han tenido comportamientos disímiles. Los que empeoraron fuertemente fueron el de Libertad Económica y el PIB per cápita. No sucedió lo mismo con Endeudamiento e Inversión, que mejoraron levemente.
·  Con respecto a los Indicadores de la Subdimensión Social, el comportamiento ha sido parecido. Empeoraron levemente los indicadores de Desempleo Urbano, Hogares bajo línea de Pobreza y Matriculación Secundaria. Por el contrario el Gasto público en Salud y en Educación mejoraron levemente.
 
MEMORIA DEMOCRATICA
EL SALVADOR
Con el despertar del 2005 los salvadoreños aún no asimilaban la ratificación del Tratado de Libre Comercio entre los países de Centroamérica y los Estados Unidos, efectuada por el Congreso de la República durante la madrugada del 17 de diciembre del 2004. El documento fue aprobado sin ser debatido en el Legislativo y contó con el apoyo de la derecha salvadoreña constituida por las fracciones de los partidos Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Partido de Conciliación Nacional (PCN), y Partido Demócrata Cristiano (PDC), que juntos sumaron 49 votos. En contra del mismo estuvieron las fuerzas políticas de izquierda y centro, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y el Centro Democrático Unido (CDU), respectivamente, que representaron 35 votos de oposición.
Por el contrario, un tema que fue respaldado por todas las bancadas en el Legislativo, en igual período, fue la creación del Fondo de Solidaridad para la Salud (FOSALUD), el cual buscaba brindar servicios de salud a las personas de escasos recursos. Este proyecto fue posible al aplicar un gravamen a las bebidas alcohólicas, tabaco, armas y municiones.
El 19 de enero del 2005, el pleno legislativo aprobó la emisión de bonos por US$541.8 millones para financiar el presupuesto del año 2005, el cual ascendía a US$2.992 millones. Dos posturas fueron las dominantes. La primera, abanderada por ARENA, PDC, PCN y CDU, más dos diputados del FMLN (uno titular y otro suplente), que respaldaron la iniciativa oficial como la única alternativa para cumplir con los compromisos establecidos por el Gobierno de Elías Antonio Saca. Por su parte, en la oposición, el partido efemelenista argumentó que aprobar la emisión de bonos implicaba un incremento de la deuda pública de más del 40% del Producto Interno Bruto (PIB), y que la misma no estaba dirigida a la inversión pública, como exige la ley. De acuerdo con el FMLN, la deuda pública (interna y externa) que casi llegaba a los US$8 mil millones, representaba el 48% del presupuesto nacional. El FMLN denunció que el respaldo que dieran dos de sus diputados a la aprobación de emisión de bonos y al proyecto de Presupuesto Nacional 2005, fue resultado de la labor de ARENA, partido que desde noviembre del 2004 empezó a ofrecer dinero y privilegios a varios legisladores para lograr su apoyo en diversos proyectos legislativos. Los diputados efemelenistas, uno titular y otro suplente, fueron de inmediato expulsados del partido.
Otro acontecimiento que marcó a las agrupaciones partidarias fue el proceso de selección de candidatos para los cargos de alcaldes municipales, que competirían en las elecciones del 12 de marzo del 2006. Tanto ARENA como FMLN se decidieron por no generalizar las primarias. En el caso del efemelenismo, se pretendía que no se agudizaran las contradicciones desarrolladas en el interior del partido, producto de la derrota sufrida en la elección presidencial de noviembre de 2004. En 201 municipios, el 18 de julio, más de 20 mil de los 85 mil miembros que tiene el partido de izquierda acudió a ratificar a los candidatos de consenso. En el marco del proceso de selección interna de los candidatos efemelenistas un grupo de más de 150 miembros del partido presentaron su renuncia por discrepar con la metodología seguida por las estructuras de dirección. La mayoría de los afiliados que renunciaron forman parte de la llamada corriente reformista, que tuvo un importante protagonismo en el partido.
Por su parte, el Partido Demócrata Cristiano (PDC) aseguró que no haría ninguna coalición con el FMLN para las elecciones de 2006. En la actualidad, ambas agrupaciones administran de manera conjunta seis corporaciones municipales. Para el PDC, si decide asistir sólo al siguiente proceso electoral, la decisión podría representarle un nuevo fracaso político o bien, el reinicio de una nueva etapa, tomando en cuenta que también experimentó una importante división interna, que incluye a legisladores y a la dirigencia tradicional que trabajó en la construcción del Partido Popular Social Cristiano, que finalmente no fue inscrito por el Tribunal Supremo Electoral.
En el caso de ARENA se decidió que la cúpula del partido definiera a los candidatos más viables para evitar mayores costos económicos, así como el temor de que surgieran nuevas contradicciones a su interior, como resultado de su crecimiento y la proyección de un nuevo liderazgo. Se constituyeron comisiones compuestas por miembros de las directivas municipal y departamental para seleccionar a los candidatos de consenso. En donde no existió acuerdo, se llevaron a cabo primarias municipales. El partido oficial ratificó a 262 candidatos para alcalde, de los cuales, 152 son rostros nuevos. Igualmente, el 80% de los 84 candidatos a diputado suplente lo hacen por primera vez. Por el contrario, el 80% de los diputados titulares se reelegirán. Tendencia, esta última, que seguramente cambiará en las siguientes elecciones, a realizarse en el 2010.
En lo relativo a la acción de gobierno, el presidente Antonio Elías Saca dio a conocer el denominado “Plan Oportunidades”, con el que esperaba beneficiar a 100 mil familias en los próximos cinco años y que tenía como finalidad reducir la pobreza. El proyecto estaba concebido como una red de protección social y de atención directa, focalizada hacia las familias que se encontraba en extrema pobreza. Dividido en cinco ejes de trabajo: Fondo para la Salud, Jóvenes, Conéctate, Red Solidaria y Microcréditos. Para su ejecución, hasta el 2009, el gobierno contará con US$250 millones, financiamiento que correrá por cuenta de fondos públicos y del Banco Multisectorial de Inversiones.
Los desastres naturales que golpearon a la región en la etapa invernal dejaron en El Salvador 72 mil damnificados, 74 muertos y pérdidas millonarias. Lo que es más grave, de la ayuda alimentaria que envió el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el 9% no llegó a su destino, según Naciones Unidas. Como muestra de las estructuras clientelares del estado y la política, la ayuda inicial que llego a algunas comunidades afectadas por el fenómeno natural fueron canalizadas por simpatizantes de la oficial Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).
Según la CEPAL, el crecimiento durante el 2005 superior al registrado en el 2004, se atribuye principalmente a dos factores: una recuperación en la inversión, que durante el año anterior se vio afectada por la tardía aprobación del presupuesto, y el dinamismo observado en algunas exportaciones agrícolas.
Los retos de combatir la delincuencia con mano dura, generar empleo, y mantener un clima de estabilidad son parte de la agenda subsistente para el gobierno.
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