IDD-Lat 2016

Perú


Valor
Posición
Dimensión I Dimensión II Dimensión III Dimensión IV IDD-Lat 2016

6,524
5º

4,284
9º

0,615
9º

1,960
2º

6,495
4º

Dimensión Respeto de los Derechos Políticos y Libertades Civiles
Fortalezas Debilidades

Voto de adhesión política

Percepción de respeto de las libertades civiles y derechos políticos


Dimensión Calidad institucional y Eficiencia Política
Fortalezas Debilidades

Participación de los partidos políticos en el Poder Legislativo

Percepción de la corrupción

Accountability

Desestabilización de la democracia

Dimensión Capacidad para generar políticas que aseguren Bienestar
Fortalezas Debilidades

Desempeño en educación

Población bajo la línea de la pobreza

Desempeño en salud

Dimensión Capacidad para generar políticas que aseguren eficiencia económica
Fortalezas Debilidades

Libertad económica

Brecha de ingreso

Inversión

Endeudamiento

PIB per cápita

1. Perú, luego de un período de seis años ininterrumpidos de crecimiento (2006 a 2011), tuvo dos años consecutivos de retroceso (2012 y 2013), para luego volver a crecer en 2014; en el 2015 presentó una leve caída del orden del 3 % y en esta oportunidad vuelve a crecer un 5 % (gráfico 3.71). Producto del mejor resultado, Perú mejora un lugar en el ordenamiento regional y se ubica en el cuarto lugar.

El ascenso en la puntuación general responde a comportamientos positivos en las dimensiones I, II y IV. La democracia social es la única que muestra un retroceso con respecto al año anterior. En consecuencia, lidera el grupo de países con desarrollo democrático medio, que integra junto con Panamá, Ecuador, Bolivia y Argentina y se mantiene por encima del promedio regional. De la zona geográfica a la que pertenece, América andina, comparte esta clasificación con Ecuador y Bolivia, mientras que el resto de la zona presenta mínimo desarrollo democrático, en el caso de Colombia y Venezuela.

2. La puntuación de Perú en la dimensión I, respeto de los derechos políticos y las libertades civiles, democracia de los ciudadanos, avanza un 2 % con respecto a la del año anterior, aún sin alcanzar el mejor puntaje, que había obtenido en el 2002 (gráfico 3.72). La variación positiva es producto del avance en las variables de percepción del respeto de las libertades civiles y el condicionamiento de las libertades por inseguridad; se ve impedido de un crecimiento mayor debido a la caída relativa en el indicador de participación de la mujer en el Gobierno. El resto de los indicadores se mantuvo estable.

Como resultado de esta puntuación se mantiene su ubicación en el 5º lugar del ranking regional. Su índice supera el promedio regional y en esta dimensión presenta desarrollo democrático medio, junto con otros nueve países, entre ellos Bolivia y Ecuador, de su misma zona geográfica; el resto de la América andina, esto es, Colombia y Venezuela, recibe puntuaciones que los califica en mínimo desarrollo democrático.

3. El desempeño de la dimensión II, que mide la democracia de las instituciones, ha tenido un comportamiento positivo para el Perú, luego de varios años consecutivos de caída en calidad institucional; ello es consecuencia de un mejor valor en el indicador de participación de los partidos políticos en el Poder Legislativo. El resto de las variables se mantienen estables en valores críticos para el desarrollo democrático del país. Por otro lado, los indicadores de percepción de la corrupción y accountability sufren retrocesos con respecto al 2015. El ascenso roza el 25 % con respecto al valor alcanzado el año anterior (gráfico 3.73).

Perú ha ganado una posición en el ranking regional, pasando a ocupar el noveno lugar del ordenamiento regional. Su puntuación aún no le permite alcanzar el promedio regional, como lo había logrado en años anteriores. Califica con bajo desarrollo democrático, junto con República Dominicana, México, Colombia y Ecuador, estos dos últimos de zona geográfica; por su parte, Bolivia y Venezuela son calificados con medio y mínimo desarrollo democrático, respectivamente.

4. En la dimensión social, Perú muestra un retroceso y se aleja de la mejor puntuación de la serie obtenida en el 2014 (gráfico 3.74). Esto es producto de peores puntuaciones en las variables de desempeño en salud y población bajo la línea de la pobreza, que no fueron compensados por las mejoras que se producen en desempleo y en las variables que componen el índice de desempeño en educación.

Por todo esto, baja cuatro posiciones en el ranking latinoamericano y pasa del quinto al noveno puesto. En esta dimensión sigue superando el valor promedio regional y califica con desarrollo social medio, saliendo del conjunto de países con alto desarrollo democrático donde estaba situado en el 2015. Todos los países de la América andina comparten esta misma categorización.

5. En democracia económica, el resultado ha sido superior al obtenido el año anterior en casi un 70 % (gráfico 3.75), producto de resultados favorables en los indicadores de libertad económica, PIB per cápita, endeudamiento e inversión. La única variable que no mejora es brecha de ingreso. Por este comportamiento, Perú recibe la mejor puntuación de su serie histórica y pasa del quinto al segundo lugar del ranking regional.

Supera ampliamente el promedio regional, por casi 2,000 puntos, y con esta valoración recibe la calificación de país con alto desarrollo económico, junto con Chile y Uruguay.

Conclusiones

- Perú en 2016 presenta un ascenso del orden del 5 %, con lo cual mantiene una puntuación que sigue superando los 6,000 puntos.

- Mantiene su quinto lugar en el ranking regional.

- El ascenso responde a comportamientos positivos en las dimensiones I, II, y IV. La democracia social es la única dimensión que no muestra un avance con respecto al año anterior.

- Permanece en el grupo de países con desarrollo democrático medio.

- En democracia de los ciudadanos supera el promedio regional y presenta desarrollo democrático medio.

- En democracia de las instituciones, su puntuación ya no le permite alcanzar el promedio latinoamericano. Califica con bajo desarrollo democrático.

- En democracia social, a pesar del retroceso, supera el valor promedio regional y clasifica con desarrollo social medio.

- La dimensión económica presenta un resultado 50 % superior al obtenido el año anterior. Pasa al segundo lugar del ranking regional, supera ampliamente el promedio y recibe la calificación de país con alto desarrollo económico.

Año preelectoral

Víctor Rojas

El 2015 para Perú fue un año preelectoral. Las autoridades electas en el proceso de elecciones subnacionales del 2014 tomaron cargo el 1 de enero. De la misma forma, durante todo el año los partidos políticos nacionales comenzaron a plantear sus estrategias de cara a las elecciones generales de abril del 2016.

Democracia de los ciudadanos

Según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática, la participación de la mujer en cargos públicos es de alrededor del 30 %. En el Congreso de la República -período 2011-2016- un 21,5 % son mujeres y en los gobiernos municipales el 28,5 % de los regidores son del sexo femenino. Si bien estas cifras son menores a las de la anterior elección respecto a cargos dirigenciales como los de gobernador regional (denominado hasta 2015 presidente regional) y alcalde, a nivel de cargos consultivos se ha mantenido.

El mayor problema que preocupa a la población según los últimos sondeos es la inseguridad ciudadana. Si bien en Perú se mantiene el nivel de victimización en 29 %, la población percibe mayor delincuencia y violencia alrededor de sí; esto puede ser producto de una mayor cobertura de los hechos delictivos tanto en la televisión como en las redes sociales. El delito que ha aumentado y es más común es el robo, en su mayoría asaltos a baja escala de ladrones comunes que arrancan carteras y billeteras.

La ley de unión civil que buscaba que parejas de personas del mismo sexo pudieran acceder a derechos similares a las parejas de heterosexuales casadas fue rechazada por la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso de la República. Siete de los veinte[69] postulantes a la presidencia de la República se han manifestado abiertamente a favor.

El caso más mediático sobre el narcotráfico fue el de Gerald Oropeza, víctima de un atentado al salir del aeropuerto. El padre de Oropeza era militante del Partido Aprista Peruano (APRA), por lo que este hecho se vinculó a la influencia del narcotráfico en la política. Hasta el día de hoy no hay un caso probado de influencia directa de esta actividad dentro de los partidos políticos; sin embargo, hay varios indicios de una posible filiación entre el narcotráfico y ciertos candidatos de diferentes partidos políticos.

En enero del 2015 se derogó la ley de régimen laboral juvenil o Ley Pulpín, aprobada en diciembre del 2014, un régimen laboral especial para jóvenes de entre 18 y 24 años con el objetivo de formalizar el empleo juvenil. La ley había recibido muchas críticas debido a que cortaba beneficios laborales a los jóvenes y provocó que estos organizaran cuatro grandes marchas para pedir su derogación.

Democracia de las instituciones

La baja institucionalidad en el Perú es un problema no resuelto. La bajísima aprobación de los partidos políticos (12 %), así como de las principales instituciones como el Congreso (12 %) y el Poder Ejecutivo (20 %)[70] muestra la gran desconfianza de la población hacia estas instituciones. Y los numerosos escándalos de corrupción, probados o no, contribuyen a aumentar el desprestigio de las instituciones.

Casos como la fuga de Martín Belaúnde Lossio, sindicado como el financista de la pareja presidencial en las elecciones del 2011 y envuelto en delitos de lavado de activos; o Ecoteva, que investiga el presunto lavado de activos del expresidente Alejandro Toledo; o Lava Jato, investigación sobre los sobornos pagados por empresas brasileñas para ganar licitaciones, fueron los casos más sonados en este año y que han afectado la aprobación presidencial y la credibilidad de la elite política peruana.

El conflicto social más fuerte en el año fue el de Tía María, que junto al caso de espionaje de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI) a personajes públicos ocasionaron el cambio del titular de la Presidencia del Consejo de Ministros, así como de otros miembros del gabinete, entre ellos el ministro del Interior.

Con el objetivo de fortalecer a los partidos políticos, organismos de la sociedad civil encabezados por Transparencia y apoyados por algunas organizaciones de cooperación internacional promovieron una serie de reformas electorales que, al no ser aprobadas de manera integral, contrariamente a lo esperado causaron una fuerte crisis institucional dentro del sistema electoral. Como consecuencia de estas normas fue dado de baja uno de los candidatos a la presidencia, entre otros aspirantes a cargos de elección popular.

La ley aprobada por el Congreso, y que quedó vigente para su aplicación durante el período electoral del 2016, no fue el proyecto entregado en su totalidad. Se aprobados los ítems siguientes: aumento de requisitos para plantear la revocación de alcaldes y gobernadores; silla vacía para casos de legisladores que incurran en delitos graves como tráfico ilícito de drogas, terrorismo, trata de personas y lavado de activos; no reelección inmediata de alcaldes y presidentes regionales (hoy gobernadores regionales); sanciones a la entrega de propaganda electoral cuyo valor exceda el 0,5 % de la unidad impositiva tributaria (UIT), S/. 19,75.

Democracia social

A nivel educativo se obtuvo una ligera mejora de acuerdo con los resultados publicados en el Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE) aplicado en escuelas públicas y privadas por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación de la UNESCO. En la mencionada prueba, los estudiantes peruanos de primaria pasaron del puesto número 12 obtenido en el 2006, al octavo puesto en el 2013. Esto puede deberse al aumento de 4.000 millones de soles en el gasto público en este sector, así como a la reforma educativa que fue iniciada con la Ley General de Educación en el gobierno de Alejandro Toledo y continuada posteriormente en las administraciones de Alan García y Ollanta Humala.

Las políticas públicas del Ministerio de Educación se convirtieron en uno de los puntos fuertes del gobierno de Humala. Jaime Saavedra, ministro de Educación desde el 2013 dirigió la reforma enfocada en cuatro líneas de acción: revalorización de la carrera docente, mejora de la calidad de los aprendizajes, gestión eficaz del sistema escolar y cierre de la brecha de infraestructura educativa. Saavedra ajustó la gestión y agregó la infraestructura como una prioridad. Sin embargo, según los datos oficiales del Ministerio de Educación, solo el 41 % de los colegios públicos tenían servicios básicos en 2015.

Otro sector que ha mostrado mejoras en los últimos años es el de la salud, que aumentó la cobertura del seguro social. Antes de la implementación del SIS (Seguro Integral de Salud), solo un 30 % de la población contaba con cobertura. En la actualidad esta cifra está bordeando el 80 %. También se ha avanzado en infraestructura de salud; por ejemplo, para el 2015 se culminaron 59 obras de infraestructura de servicios materno-infantiles en las nueve regiones más pobres del país.

Sin embargo, este sector aún enfrenta grandes retos cualitativos, tales como lograr una adecuada y rápida atención al asegurado, ya que actualmente conseguir una cita médica puede demorar meses, o aumentar la prevención de enfermedades para ayudar a reducir la incidencia, dado que aun habiendo un mayor número de asegurados, la morbilidad no ha disminuido.

Otros sectores sociales mantienen fuertes desafíos, a los que apuntaron los candidatos durante la campaña: el empleo formal solo creció un 2,5 % (de 25 % a 27,5 %) desde 2011 a 2015. En el 2015 la población ocupada en el país creció 0,8 % con respecto al año anterior, según datos del INEI.

Democracia económica

A diferencia de otros países de la región, Perú logró mostrar una mayor resistencia a la desaceleración de China y a la caída de precios del petróleo y de los commodities. Después de la desaceleración económica del 2014, cuando el PIB cayó de 5,8 % a 2,4 %, para el 2015 se vio una ligera mejora ya que aumentó a 3,3 %, aunque muy por debajo de los niveles de crecimiento anteriores. El índice se vio empujado por la mejora en el sector de minería, de -0,5 % en 2014 a 9,2 % en 2015, y por la pesca, que pasó de -28,4 % a 15,9 %.

En general, los indicadores económicos del país se mantuvieron similares entre el 2014 y el 2015. La pobreza monetaria bajó de 23,9 % (período 2013-2014) a 22,7 %. La inflación cerró en 4,2 %.

Afectó de manera negativa la caída de la inversión, en particular la pública (de -2,0 % a -7,5 %), en parte influenciada por la incertidumbre política y la falta de agilidad en decisiones y procesos.

Al igual que en otros países de Latinoamérica, en 2015 se observó una fuerte depreciación del Sol frente al dólar estadounidense, en más de 15 %; el tipo de cambio alcanzó su nivel más alto después de diez años (3,379), que afectó los precios e hizo que la inflación subiera ligeramente.

Las proyecciones del crecimiento para el 2016 son de entre 2,5 % y 3 %. Muchos analistas sugieren que si bien esto ayudaría a mantener un equilibrio en la economía, sería insuficiente para reducir la pobreza, situación que podría traer consigo cierta insatisfacción y que, aunada al cambio de gobierno, podría afectar la gobernabilidad del país.

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