IDD-Lat 2015

Paraguay


Dimensión I Dimensión II Dimensión III Dimensión IV IDD-Lat 2015
Baja-sube-mantiene
Valor
Posición

6,063

7º

2,963

13°

-0,423

12º

-0,711

12º

3,973

12º

Dimensión Respeto de los Derechos Políticos y Libertades Civiles
Fortalezas Debilidades
  • Condicionamiento de las libertades por inseguridad
  • Percepción de respeto de las libertades civiles y derechos políticos
  • Género en el Gobierno
Dimensión Calidad institucional y Eficiencia Política
Fortalezas Debilidades

  • Percepción de la Corrupción
  • Accountability
  • Desestabilización de la democracia
Dimensión Capacidad para generar políticas que aseguren Bienestar
Fortalezas Debilidades
  • Matriculación secundaria
  • Tasa de egreso de la secundaria
  • Desempeño en salud
  • Población bajo la línea de la pobreza
Dimensión Capacidad para generar políticas que aseguren eficiencia económica
Fortalezas Debilidades
  • Endeudamiento
  • Brecha de Ingreso
  • Inversión
  • PIB per Cápita

·Paraguay ha mejorado en desarrollo democrático alrededor de un 25#%, y logra acercarse a los 4,000 puntos (Gráfico 3.66), superando su propio promedio histórico de 3,426 puntos. El incremento es producto de avances en las dimensiones de la democracia de los ciudadanos y de aquellas que presentan los resultados de la gestión política en materia social y económica. La única dimensión que presenta una caída es la de calidad de las instituciones y eficiencia política, democracia de las instituciones.

En el ranking general, en concordancia con este ascenso, gana un lugar, pasando del puesto 13 al 12°, aunque no deja de pertenecer al grupo de países con bajo desarrollo democrático, junto con México, El Salvador, República Dominicana y Colombia; es decir que es el único país de la zona Países del Cono Sur que pertenece a este conjunto. Todavía no logra alcanzar el promedio del IDD-Lat, objetivo que nunca logró hasta el momento.

· El avance del 21#% de la Dimensión I, que evalúa Libertades Civiles y Derechos Políticos, la "democracia de los ciudadanos", ubica a Paraguay por primera vez, por encima de los seis puntos, con lo cual el resultado obtenido se convierte en el mejor de su serie histórica (Gráfico 3.67). Esto se debe en gran medida a la mejora observada en el indicador de Género en el gobierno. Producto de haber logrado su mejor nivel con 6,063 puntos, el país ha ganado cuatro lugares en el ranking regional latinoamericano, ocupando el 7° lugar.

Paraguay logra alcanzar el promedio regional y en esta dimensión pertenece al grupo de países con desarrollo democrático medio, junto a otros diez países de la región, entre ellos, dos que pertenecen a su misma zona geográfica, Argentina y Brasil. Los países de esta zona que se diferencian con respecto al conjunto son Uruguay y Chile, que presentan alto desarrollo democrático.

· En la Dimensión de Calidad Institucional y Eficiencia Política, Paraguay ha empeorado con respecto al año anterior en casi un 12#% (Gráfico 3.68), cuyo resultado lo mantiene por debajo del promedio regional, aunque aún está alejado del peor nivel, que fue el obtenido en el año 2002. El descenso obedece a que la variable de participación de los partidos políticos en el Poder Legislativo muestra un retroceso con respecto al 2014. A pesar que los indicadores de percepción de la corrupción y accountability muestran mejores resultados, los valores aún son críticos; por ese motivo Paraguay no logra mostrar un buen puntaje en esta dimensión y se ubica demasiado próximo al último lugar de la tabla.

Ocupa el 13º lugar en el ranking regional latinoamericano, bajando tres lugares con respecto al año 2014. Con la puntuación recibida, Paraguay califica con mínimo desarrollo democrático, junto a México, Nicaragua, Brasil, Ecuador y Venezuela. De su zona geográfica sólo uno está en este conjunto, mientras que Uruguay, Chile y Argentina se ubican por encima, en los dos primeros casos con alto desarrollo y en el caso de Argentina con bajo desarrollo democrático.

· En la Dimensión Social presenta un importante ascenso, del orden del 70#%, que lo coloca cercano a la mejor puntuación de la serie, obtenida en el 2005 (Gráfico 3.69), aunque siempre se ubicó por debajo del promedio regional. Paraguay obtiene mejoras en los indicadores de gasto en salud y educación, y más significativas e incidentes en población bajo la línea de la pobreza y desempleo. Como se dijo, no logra alcanzar el promedio regional, aunque este año se acerca a menos de 0,500 puntos de ese objetivo.

Como consecuencia de su mejor rendimiento, sube en el ranking regional al puesto 12º, subiendo tres posiciones con respecto al 2014. Ingresa al grupo de países con bajo desarrollo social, junto a El Salvador y Venezuela.

· El rendimiento de la dimensión que mide la Eficiencia Económica, continúa por debajo del promedio regional, aunque presenta un mejor puntaje que en el año anterior (Gráfico 3.70). Las variables que producen este ascenso son endeudamiento y brecha de Ingreso, a pesar de los retrocesos de libertad económica, PIB per cápita e inversión. Paraguay se ha mantenido, desde el 2002, por debajo del promedio regional.

Por otro lado mantiene, por segundo año consecutivo, su ubicación en el ranking regional, en el 12° lugar. Forma parte del conjunto de países con bajo desarrollo económico, junto a República Dominicana. Con respecto a los países que comparten la misma zona geográfica, Uruguay y Chile destacan con alto desarrollo económico y Argentina califica con desarrollo medio.

Conclusiones

  • Paraguay ha mejorado un 25#%, y logra acercarse a los 4,000 puntos.
  • El incremento es producto de avances en las dimensiones de la democracia de los ciudadanos y de aquellas que presentan los resultados de la gestión política en materia social y económica. La única dimensión que presenta una caída es democracia de las instituciones.
  • En el ranking general, pasa del puesto 13 al 12°
  • Permanece en el grupo de países con bajo desarrollo democrático.
  • Todavía no logra alcanzar el promedio del IDD-Lat, objetivo que nunca logró hasta el momento.
  • En democracia de los ciudadanos, un avance del 21#% ubica a Paraguay por primera vez, por encima de los 6,000 puntos, con lo cual el resultado obtenido se convierte en el mejor de su serie histórica. El país ocupa el 7° lugar y logra alcanzar el promedio regional. Pertenece al grupo de países con desarrollo democrático medio.
  • En democracia de las instituciones, Paraguay ha empeorado con respecto al año anterior en casi un 12#%. Se mantiene por debajo del promedio regional. Ocupa el 13º lugar en el ranking regional latinoamericano. Califica con mínimo desarrollo democrático.
  • En democracia social, presenta un importante ascenso, del orden del 70#%. No logra alcanzar el promedio regional. Sube en el ranking regional al puesto 12º. Forma parte de los países con bajo desarrollo social.
  • La dimensión económica presenta una puntuación que continúa por debajo del promedio regional, a pesar de mejorar con respecto al 2014. Mantiene el 12° lugar en el ranking regional. Forma parte del conjunto de países con bajo desarrollo económico.

Oportunidades para mejorar el Desarrollo democrático

1.Desarrollar políticas y programas de conquistas y respeto de los derechos políticos

2.Renovar los esfuerzos promover una mayor participación de la mujer en los tres poderes del Estado

3.Hacer más transparente la gestión de gobierno y desarrollar mecanismos de combate a la corrupción

4.Fortalecer los mecanismos de rendición de cuentas

5.Fomentar políticas de inclusión democrática posibilitando una mayor integración y contención de las minorías no sistematizadas

6.Optimizar la eficiencia sanitaria

7.Promover políticas de inclusión hacia un desarrollo equitativo

8.Potenciar el desarrollo económico hacia un mayor grado de inversión

Un año de fuertes contrastes

Por Alejandra Gallo

En 2014 Paraguay se vio tironeado entre los buenos indicadores económicos, los escándalos políticos provocados por la corrupción y el malestar provocado por el plan de gobierno del presidente Horacio Cartes, que cumplió su primer año de gestión.

Luego de muchos años, este país de siete millones de habitantes, que no suele tener mucha presencia en medios internacionales, comenzó a ganar visibilidad de la mano de sus proyecciones macroeconómicas. El crecimiento de la economía y el tratamiento a las inversiones generó interés en la región y en Europa y colocó al país dentro del radar en el mundo financiero y de negocios internacional. Sin embargo, con la misma intensidad, Paraguay también tomó visibilidad por los escándalos de corrupción que dominan especialmente los ámbitos parlamentarios.

Dentro de América Latina, Venezuela y Paraguay son los países percibidos como los más corruptos, de acuerdo con el ranking que elabora la ong Transparencia Internacional. Si bien toda Latinoamérica tuvo resultados poco alentadores en torno a este indicador, es cierto que Paraguay quedó entre los últimos dos países más corruptos de la zona e incluso entre los 15 percibidos como más corruptos a nivel global.

Lo llamativo es que, al igual que este país latinoamericano, también China, Angola y Turquía tuvieron malos desempeños -aun peores, según el índice de Transparencia Internacional- presentando buenos indicadores en la macroeconomía.

Sin duda, esta situación salpica el primer año de gobierno del presidente Horacio Cartes. El diario paraguayo Última Hora publicó en agosto una encuesta que reveló que el 54#% de los paraguayos entrevistados desaprobaba la gestión del primer mandatario a solo un año de haber asumido el Gobierno. Otro sondeo realizado por Ibope Paraguay y su socio local, el Centro de Investigaciones de Estudios Socioeconómicos (cies), mostró que son los paraguayos de mayores ingresos y de más edad los que aprueban la gestión del presidente.

También es cierto que el Poder Ejecutivo impulsó la iniciativa de difundir los salarios de los funcionarios públicos mediante la Ley de Acceso a la Información Pública y así fue como se conocieron situaciones de extremo abuso, de nombramientos de familiares, amigos e incluso personal doméstico. Así se conocieron muchos abusos, que datan de tiempo atrás e incluso comprometen a miembros del oficialismo.

Los abusos fueron tan escandalosos e inescrupulosos que este año ganó fama el denominado traje sin bolsillos paraguayo. El diputado perteneciente al gobernante Partido Colorado José María Ibáñez fue procesado por pagarle el sueldo a tres empleados domésticos suyos con fondos estatales, es decir, con contratos oficiales. Hay muchos casos similares pero otro que tomó notoriedad en la opinión pública fue el del senador Víctor Bogado, también del Partido Colorado, quien está acusado de contratar a la niñera de sus hijos como funcionaria del Parlamento y además como empleada de una represa pública.

Debido a este tipo de escándalos -que comenzaron a hacerse públicos gracias a las investigaciones periodísticas y a la Ley de Acceso a la Información Pública que impulsó el presidente-, el empresario Roberto Espínola, dueño de nueve tiendas de ropa, ideó el traje Ibáñez y contrató una campaña publicitaria para difundirlo en los medios de comunicación masivos paraguayos. Se trata de un traje que carece de bolsillos, una manera metafórica de señalar que deben usarlo los políticos para evitar que roben dineros públicos. Este empresario es también presidente del movimiento ciudadano Basta Ya, que busca concientizar a la ciudadanía sobre este tipo de abusos de un sector de la dirigencia política.

El traje sin bolillos, en todo caso, fue un caso estridente de un descontento popular mucho mayor que se hizo sentir con fuerza este año. Desde enero mismo, por ejemplo, jóvenes convocados mediante redes sociales manifestaron en el centro de Asunción en contra del aumento en el boleto del colectivo, que el 1.º de enero pasó a costar 2.400 guaraníes (medio dólar), es decir, subió un 20# más. Los jóvenes fundamentalmente destinaron sus críticas al gobierno neoliberal de Cartes y su política económica.

Del mismo modo, hubo una serie de marchas convocadas por diferentes gremios y agrupaciones campesinas que comenzaron en distintos ministerios como el de Salud, Educación y Hacienda y concluyeron con 72 horas de protestas frente al Congreso el 15 de agosto, cuando se conmemoró el primer año de gestión de Cartés. En algunos puntos del interior del país hubo protestas con cortes de ruta; una de las protestas civiles que tuvieron mayor impacto fue la de los docentes; el gremio de profesores denunció abusos de la policía y hubo heridos. Entre los mensajes convocantes de los manifestantes se destacó «Paraguay no se vende», en alusión justamente a las modificaciones económicas. Estas convocatorias apuntaron a rechazar las políticas de privatizaciones y endeudamiento del presidente, así como también las nuevas políticas de la tierra, por las que agrupaciones campesinas denunciaron desalojos arbitrarios y represión a sus dirigentes.

El presidente se refirió a estos hechos y a su primer año de gestión y defendió el paquete de medidas impulsado ratificando que, desde su punto de vista, son las medidas acertadas para generar condiciones más transparentes de gobernación en Paraguay y ahorrar recursos del Estado para destinarlos a infraestructura y becas educativas.

El gran desafío para la ciudadanía paraguaya será encontrar un equilibrio entre estos dos extremos. En especial, porque con buenos indicadores económicos existe la posibilidad de mejorar la transparencia en la gestión gubernamental y, sobre todo, achicar las desigualdades sociales. Mientras que el resto de los países de la región -incluso los de mayor liderazgo geopolítico, como Brasil- están ingresando en ciclos económicos de desaceleración y menor nivel de actividad, Paraguay, por el contrario, es señalado por diversos organismos internacionales y consultoras especializadas en Latinoamérica como un país que atraviesa exactamente el ciclo inverso.

Ya las miradas se depositaron en Paraguay fuertemente en 2013 cuando el piB paraguayo creció 13,6#% y fue el desempeño más elevado de todo el continente. Y ahora parece seguir profundizando su seducción en materia macroeconómica. El Fondo Monetario Internacional (fmi) auguró un mejor desempeño en la generación de riqueza para el año 2015. Estas proyecciones, junto con que se mantiene una inflación en torno al 5#% anual y una permanente apreciación de la moneda (el guaraní), completan el escenario del boom económico.

Una de las principales fortalezas de este crecimiento económico, de acuerdo con la cepal, es que Paraguay es un fuerte vendedor de materias primas y los precios internacionales de esos bienes están en un buen momento. Según el Banco Central de ese país, las ventas al mundo aumentaron un 10#% en 2014 y, como contrapartida, las importaciones se redujeron casi un 5#%. Tal vez en este punto esté el principal desafío para Paraguay, ya que solo con una matriz productiva diferente y más valor agregado logrará transformar el crecimiento económico en desarrollo.

La cepal ha calificado a Paraguay como una de las naciones latinoamericanas con mayor desigualdad social. Advirtió que aún existe un alto grado de exclusión, un alto índice de contratación en el mercado laboral informal y falta mejorar el acceso a la educación y la atención médica gratuita. El Banco Mundial reveló que el ingreso per cápita paraguayo es la mitad del promedio latinoamericano. Se estima que la pobreza alcanza a la mitad de la población. Las últimas estadísticas oficiales consideraron que la pobreza se redujo de 32,4#% al 23,8#% y que la indigencia disminuyó de 18#% a 10,1#% entre 2011 y 2013. De todos modos, lo que cuestionan los organismos internacionales y agrupaciones políticas paraguayas es que el gasto social es demasiado bajo en relación con el piB; solo se destina el 9,7#% y eso provoca, de acuerdo con datos de la cepal, que.mientras en el resto de América Latina se destina, en promedio, cerca de 750 dólares por persona, en Paraguay el gasto social anual por individuo a penas roza los 150 dólares.

La atracción de inversiones extranjeras podría convertirse en un mecanismo de reversión de este tipo de desigualdades si es que el presidente Cartes logra motorizar iniciativas que alienten la radicación de empresas. Hasta ahora, en un año de gobierno, ha modificado leyes para permitir la asociación del Estado con empresas privadas, incentivos fiscales y apertura comercial. Por este paquete de medidas, las inversiones extranjeras, históricamente contrarias a radicarse en Paraguay, comenzaron a instalarse y a contratar empleados locales. El proceso es lento y, por ahora, solo se concentra en el agro. En este sentido, las permanentes denuncias sobre hechos de corrupción en el partido gobernante no fortalecen las calificaciones de las calificadoras internacionales ni el grado de institucionalidad que muchos inversores buscan en Paraguay y que, al mismo tiempo, podría mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

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