IDD-Lat 2015

Honduras


Dimensión I Dimensión II Dimensión III Dimensión IV IDD-Lat 2015
Baja-sube-mantiene
Valor
Posición

3,110

16º

4,580

6°

-1,712

15º

-2,029

17º

1,988

15º

Dimensión Respeto de los Derechos Políticos y Libertades Civiles
Fortalezas Debilidades

  • Percepción de respeto de las libertades civiles y derechos políticos
  • Género en el Gobierno
  • Condicionamiento de libertades por inseguridad
Dimensión Calidad institucional y Eficiencia Política
Fortalezas Debilidades
  • Participación de los partidos políticos en el Poder Legislativo
  • Percepción de la Corrupción
  • Accountability política y social
  • Desestabilización de la democracia
Dimensión Capacidad para generar políticas que aseguren Bienestar
Fortalezas Debilidades
  • Desempeño en educación
  • Desempeño en salud
  • Población bajo la línea de la pobreza
Dimensión Capacidad para generar políticas que aseguren eficiencia económica
Fortalezas Debilidades

  • Brecha de Ingreso
  • PIB per Cápita
  • Endeudamiento

·Honduras ha mejorado levemente su puntuación final, en casi un 3#% respecto de la medición anterior. El avance de las dimensiones de la democracia de los ciudadanos y de las instituciones motoriza el crecimiento, aunque no le significa salir del conjunto de países con mínimo desarrollo democrático y, ni siquiera alcanzar el promedio regional. Con estos valores, Honduras logra mejorar una posición en el ranking regional, y se coloca en los últimos lugares junto a Nicaragua, Venezuela y Guatemala. Se mantiene muy lejos de su mejor puntaje, obtenido en el 2007, con 4,780 puntos (Gráfico 3.46).

De América Central, junto a Nicaragua y Guatemala, son los países que califican con el peor nivel de desarrollo, mientras que Costa Rica y Panamá se presentan en lo alto de la tabla. Dos caras de una misma región geográfica. El avance de Honduras hubiera podido ser mejor si no presentara retrocesos en las dimensiones democracia social y económica que neutralizaron las mejores puntuaciones en las otras variables.

· La Dimensión I, que mide el Ejercicio de Derechos Políticos y Libertades Civiles, democracia de los ciudadanos, mejora alrededor del 27#% respecto al año anterior (Gráfico 3.47). Esta variación positiva es producto no de mejores resultados en las variables de la dimensión, sino del descenso de Colombia y del mejor puntaje de Guatemala que mejoró el promedio de la región e hizo que, a pesar que Honduras no ofreciera avances significativos, su puntuación final haya mostrado un signo positivo, que se traduce, también, en una mejor ubicación en el ranking regional, pasando al 16° lugar.

La puntuación alcanzada sigue por debajo del promedio regional y ubica al país en el grupo de bajo desarrollo. De la región de América Central, junto con Guatemala son los países que peor comportamiento tienen en esta dimensión. Honduras presenta peores puntuaciones en los indicadores Condicionamiento de las libertades por inseguridad y Género en el gobierno. Honduras no logra mejorar las bajas puntuaciones recibidas en el índice de libertades civiles y en el de derechos políticos, desde el 2010 a la actualidad.

· El valor obtenido en Calidad Institucional y Eficiencia Política, democracia de las instituciones, es mayor al puntaje logrado en 2014, con un avance del 25#% (Gráfico 3.48). El ascenso se explica por las mejores puntuaciones obtenidas en percepción de la corrupción, participación de los partidos políticos en el Poder Legislativo y Accountability. El resto de los indicadores se mantuvo estable en valores relativamente bajos.

En esta dimensión, Honduras, por primera vez, se ubica por encima del promedio regional y forma parte de los países que presentan desarrollo democrático medio, junto a El Salvador, Panamá y Chile. El único país de América Central que en el IDD-Lat 2015 presenta mínimo desarrollo democrático es Nicaragua. Honduras, producto de este resultado, mejora dos posiciones en el ranking regional con respecto al 2014, pasando a la sexta ubicación.

· La fuerte caída de Honduras en la dimensión Social hace que se aleje del promedio regional al que había superado en 2011 y 2012 (Gráfico 3.49). Obtiene el peor valor desde el 2002 a la fecha, lo cual se traduce en una peor ubicación en el ranking, pasando de 13° al 15° lugar. Con este resultado se ubica en el conjunto de países con mínimo desarrollo democrático, que comparte con dos países de América Central, Guatemala y República Dominicana.

El resultado se explica por el pobre rendimiento en los indicadores de mortalidad infantil y matriculación secundaria, por un lado, y más fuertemente por el que evalúa la población bajo línea de pobreza. Los únicos indicadores que tuvieron un comportamiento positivo fueron gasto en salud y desempleo.

· En lo relativo a su desarrollo económico, las peores puntuaciones recibidas en todas las variables que conforman esta dimensión, hacen que Honduras reciba la peor puntuación desde el 2002 a la fecha, alejándose del puntaje del 2005, que le había permitido situarse por encima del promedio regional por única vez en el IDD-Lat (Gráfico 3.50). El descenso de Honduras en el IDD-Lat 2015 es de alrededor del 63#%. Este peor desempeño modifica su ubicación en el ranking, ya que desciende dos posiciones, pasando del 15º al 17° lugar.

El promedio de su propia serie histórica lo ubica en torno a los 1,000 puntos por debajo del promedio regional latinoamericano. Con la calificación recibida se ubica en el conjunto de países con desarrollo democráticomínimo, junto a Bolivia, El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Venezuela. De América Central presentan el peor comportamiento en democracia económica Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala. Sólo Panamá califica con alto desarrollo democrático. El resto se ubica en desarrollo democrático medio.

Conclusiones

  • Honduras ha mejorado levemente su puntuación final, en casi un 3#% respecto de la medición anterior.
  • El avance de las dimensiones de democracia de los ciudadanos y las instituciones motoriza este crecimiento.
  • No le significa salir del conjunto de países con mínimo desarrollo democrático y, ni siquiera alcanzar el promedio regional.
  • Logra mejorar una posición en el ranking regional.
  • Presenta retrocesos en las dimensiones de la democracia social y económica que neutralizaron las mejores puntuaciones en las otras variables.
  • En democracia de los ciudadanos, mejora alrededor del 27#% respecto al año anterior. Es producto del descenso de Colombia y del mejor puntaje de Guatemala que mejoró el promedio de la región. El signo positivo se traduce en una mejor ubicación en el ranking regional, pasando al 16° lugar. Honduras se coloca por debajo del promedio regional y pertenece a los países con una bajo desarrollo democrático.
  • En democracia de las instituciones, la puntuación es mayor a la obtenida en 2014, con un avance del 25#%. El ascenso se explica por las mejores puntuaciones obtenidas en percepción de la corrupción, participación de los partidos políticos en el Poder Legislativo y Accountability. Por primera vez se ubica por encima del promedio regional y forma parte de los países que presentan desarrollo democrático medio. Mejora dos posiciones, pasando a la sexta ubicación.
  • En democracia social, Honduras presenta una fuerte caída. Se aleja del promedio regional. Obtiene el peor valor desde el 2002 a la fecha, lo cual se traduce en una peor ubicación en el ranking, cayendo al 15° lugar. Se ubica en el conjunto de países con bajo desarrollo democrático. Los únicos indicadores que tuvieron un comportamiento positivo fueron gasto en salud y desempleo.
  • La dimensión económica muestra puntuaciones negativas en todas las variables que conforman esta dimensión. Honduras recibe el peor valor desde el 2002 a la fecha. El descenso es de alrededor del 63#%. Desciende dos posiciones en el ranking regional, pasando del 15º al 17° lugar. Se ubica en el conjunto de países con bajo desarrollo democrático.

Oportunidades para mejorar el Desarrollo democrático

1.Desarrollar políticas y programas de conquistas y respeto de libertades civiles y derechos políticos

2.Fomentar una mayor participación de las mujeres en los poderes del Estado

3.Renovar los esfuerzos para el combate del delito generalizado y el narcotráfico

4.Hacer más transparente la gestión de gobierno y desarrollar mecanismos de combate a la corrupción

5.Fortalecer los mecanismos de rendición de cuentas

6.Fomentar políticas de inclusión democrática posibilitando una mayor integración y contención de las minorías no sistematizadas

7.Optimizar la eficiencia sanitaria

8.Promover políticas de inclusión hacia un desarrollo equitativo

9.Potenciar el desarrollo económico hacia un mayor grado de inversión y de autonomía fiscal

En busca de la estabilidad

Por José Alejandro Cepeda

2014 se puede definir como el año en el que Honduras dio unos pasos tentativos en búsqueda de una estabilidad económica, social y política. Un periodo en el que el abogado Juan Orlando Hernández se convirtió en el quincuagésimo quinto presidente constitucional, iniciando su mandato el 27 de enero proyectado hasta 2018. Aunque sucedió a Porfirio Lobo, del mismo Partido Nacional, continuando las banderas del centroderecha, su elección y gobierno han abierto la esperanza de un cambio con el pasado reciente, marcado por el golpe de Estado de 2009 contra el presidente Manuel Zelaya, las altas tasas de violencia y una economía inestable.

Hernández fue elegido en noviembre de 2013 por el 36#% de votantes en unos comicios donde participó el 61#% de la población, y desde entonces ha proyectado un discurso que intenta responder a las complejas problemáticas del país centroamericano. ¿Son estos pasos y medidas suficientes para otorgar estabilidad a Honduras? Observemos los hechos que permiten reconstruir la importancia de dicha agenda, solo opacada como se esperaba por la presencia del equipo nacional en el Mundial de Fútbol de Brasil.

Hacia una reforma política

Honduras enfrenta diversas posibilidades de hacer su sistema político más eficiente, es decir, desde una perspectiva de la ingeniería constitucional, de poner a punto su democracia, cuyo complicado arribo se remonta a 1980. Conviven desde entonces un alto grado de abstención electoral con esfuerzos por incentivar la participación política. Esto quiere decir que sin el tutelaje militar del pasado, un entorno sociológico autoritario y el predominio exclusivo en el sistema de partidos del bipartidismo tradicional (Partido Nacional y Partido Liberal), el país presencia para bien o para mal la emergencia de una cultura política renovada.

Así, aún con los partidos Nacional y Liberal como protagonistas, en 2014 se plantearon ajustes importantes como la introducción de la reelección presidencial y la posibilidad de una segunda vuelta electoral. Un grupo de diputados del Partido Nacional y uno de Unificación Democrática hicieron una solicitud escrita ante la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia para que se derogue el segundo párrafo del artículo 239 de la Constitución que prohíbe la reelección. Este tema, que no deja de ser polémico, busca abrir la puerta para que Honduras entre en la ola de reformas que han permitido a la cabeza del Ejecutivo mantenerse en el poder, sean de izquierda o derecha, como ha sucedido en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua o Colombia. Por ahora se logró iniciar un debate en la opinión pública. ¿Sería preferible aumentar el periodo presidencial? ¿Estaría hecha esta reforma para favorecer al presidente de turno?

En cuanto a la segunda vuelta, el Partido Liberal presentó ante el pleno del Congreso Nacional un proyecto de ley con miras a introducirla, bajo el argumento de otorgarle mayor legitimidad al presidente electo. Es decir, el denominado ballotage que en América Latina ha hecho carrera. Fue liderado por el diputado Yuri Sabas y sometido a una comisión de dictamen que terminado 2014 no se pronunció. Como se comentó, los liberales saben que sin el apoyo del Partido Nacional, que se ha expresado en contra, no se concretará, pues el resto de partidos no podrían reunir la mayoría calificada.

Con el fin de avanzar en las reformas se nombró una comisión integrada por representantes de todos los partidos bajo coordinación del liberal José Alfredo Saavedra. A su vez el Congreso Nacional instaló una Comisión de Asuntos Electorales para consensuar las posibilidades de reforma política, pero al finalizar el año no pudo concretar el proyecto por falta de voluntad política de los propios partidos. Se esperaba acordar temas como la segunda vuelta electoral, una nueva representación de las mesas electorales receptoras, financiamiento, voto electrónico y rendición de cuentas. En ocasiones se dice que si no se desea que un tema se resuelva se debe nombrar una comisión. Parece que este fue el caso, o al menos que habrá que esperar pacientemente.

Partidos políticos

El nacionalista Juan Orlando Hernández fue elegido con una participación récord y en la que el abstencionismo se redujo de un 50#% en 2009 a un 39,62#% en 2013. Estos signos de cambio se confirmaron con el hecho de que el Partido Liberal pasó a ser tercera fuerza y ha intentado remontar con un discurso más progresista, sin evitar que el Partido Nacional fuese reelegido. Paralelamente fuerzas como el PINU (Partido de Innovación y Unidad), el PUD (Partido Unificación Democrática) y el PDCH (Partido Demócrata Cristiano de Honduras), sumados a otros más recientes tras la crisis de 2009 como el Partido Libertad y Refundación (Libre), Partido Anticorrupción (PAC), Partido Alianza Patriótica (Alianza) y Frente Amplio Político Electoral en Resistencia (FAPER), han ofrecido un sistema de partidos más abierto y no institucionalizado.

Sin embargo, esto no significa que todo partido nuevo llega para quedarse. Así, por no cumplir con los requisitos mínimos de permanencia exigidos por la Ley Electoral y de las Organizaciones Políticas, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) disolvió el FAPER y Alianza. Estos no obtuvieron el 2#% del nivel electivo más votado ni diputado alguno, lo que les hubiese significado la permanencia. Posteriormente los grupos políticos impugnaron el fallo del TSE ante la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, que no se pronunció en el resto del año, ante lo cual sus dirigentes advirtieron que acudirán a instancias internacionales si el fallo es desfavorable.

En cuanto a la vida interna del partido en el poder, destaca que el 10 de enero Gladis Aurora López asumió la presidencia del Comité Central del Partido Nacional (CCPN). Esta diputada por La Paz se convirtió así en la tercera mujer en asumir el control del partido tras Irma Acosta de Fortín y Nora de Melgar, iniciando un proceso de fortalecimiento de las estructuras nacionalistas, de incorporación y formación de nuevos liderazgos. Estos aires de renovación se plasmaron en el área de juventudes, cuando el CCPN patrocinó tres eventos en los cuales se eligieron autoridades de juventud: se escogieron delegados y directivos de la juventud municipal, surgieron las autoridades departamentales y, finalmente, tuvo lugar en la capital la Asamblea Nacional de Jóvenes. Unos 300 delegados nombraron a Marco Midence como presidente de Juventud, mientras que Luis Suazo resultó vicepresidente.

Tensiones ideológicas

En la Honduras del presente existe una cultura política de derecha establecida con síntomas de cambio, pero a la vez poca certeza de que la oposición quede en unas mismas manos. Según lo que dejan ver los resultados, a pesar de la corta vida de Alianza y FAPER, Libre -el partido que recogió las banderas de Zelaya y candidateó a su mujer, Xiomara Castro, obteniendo el segundo lugar en las presidenciales- o PAC son agrupaciones que aún pueden marcar diferencias en el futuro. Por ello, si bien el bipartidismo ya no es predominante y el sistema de partidos tiende incluso a la fragmentación, la oposición no está garantizada.

Así lo ejemplifican los pleitos al interior del propio Libre (que junto a UD y FAPER representan a la izquierda), donde su subcoordinador, Esdras Amado López, anunció su retiro para formar otro partido bajo el nombre de Nueva Ruta. Los máximos dirigentes de Libre lo minimizaron considerando normal que un militante salga o entre al partido, pero López reveló que su ideología no es compatible con la de algunos colegas, a quienes acusó de oportunistas y de estar perjudicando al partido. Con el fin de superar la crisis se anunció que la sustitución de López se daría en el marco de una asamblea nacional partidista. En manos de José Manuel Zelaya, cabeza de Libre, está mostrar algo de capacidad de poner orden en su partido y su bancada en el Congreso. Por ahora se comprueba que los órganos políticos más jóvenes del país pueden arrastrar males y vicios que se les han adjudicado a las fuerzas y a los líderes tradicionales, lo que impide hablar de una verdadera renovación de la clase política.

Por otro lado, las controversias no han dejado de presentarse, como sucedió en las elecciones municipales extraordinarias celebradas en San Luis, Comayagua, el 12 de julio, convocadas por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) para dirimir una crisis política. Esta se derivó de una resolución de la Corte Suprema de Justicia que reconoció como alcalde al nacionalista Santos Iván Zelaya y desconoció al declarado por el TSE, el liberal Leny Flores, quien había ganado el sorteo de diciembre de 2013. Finalmente, dentro de este inusual desenlace democrático, las elecciones las ganó Flores.

Los problemas no se limitan a los niveles municipales, sino que han afectado incluso el nivel presidencial. La Corte Suprema de Justicia declaró así sin lugar una impugnación contra las elecciones generales presentada por el partido Libertad y Refundación (Libre). Este pretendía que se anularan, porque las consideró fraudulentas contra los intereses de la excandidata Castro. De haberse fallado a favor de Libre se hubiera originado una crisis mayor porque el presidente electo, Juan Orlando Hernández, ya había tomado posesión. Con el rechazo de la impugnación, el TSE podrá deshacerse del material electoral, que en todo caso hay que recordarlo proviene de unos de los comicios más observados en la historia hondureña, con distintas misiones electorales internacionales cuyos informes negaron irregularidades y dieron un parte positivo.

El primer año del nuevo presidente

En su primer año Juan Orlando Hernández Alvarado se concentró en reducir la tasa de desempleo, así como el espectro delincuencial que ubica al país como uno de los más peligrosos del mundo. Para combatir a narcotraficantes, bandas criminales y pandillas juveniles destinó a calles y colonias a la policía militar junto a la Fuerza de Seguridad Interior Nacional (Fusina), formada por todas las ramas de la policía, militares, fiscales y jueces. Para impulsar estas labores uno de los funcionarios ratificado de la administración pasada con mayor credibilidad por el presidente fue Arturo Corrales, quien ha ejercido la titularidad de la Secretaría de Relaciones Exteriores con el fin de darle continuidad a estas materias desde la Secretaría de Seguridad.

Los resultados produjeron una baja en los homicidios. Según Julieta Castellanos, del Observatorio de la Violencia, en un año se reflejó una baja de 11 puntos y en los últimos tres años ha disminuido la tasa de homicidios en un 17,5#%. Estos resultados se deberían a los planes de seguridad implementados por el actual gobierno. El propio presidente Hernández asegura que la acción policial permitió disminuir la tasa de homicidios de 86 por cada 100.000 habitantes a 66 en 2014. Las críticas se mantienen, aunque con puntos de vista diferentes. Por ejemplo para el sacerdote jesuita Ismael Moreno se trata de éxitos coyunturales porque no se estarían atacando causas sociales de la delincuencia como las formas de violencia estructural. Muestras son la falta de oportunidades o la aún escasa inversión en educación, para evitar que los jóvenes sean atraídos por la delincuencia común y el crimen organizado. Por otro lado investigadores como Efraín Díaz Arrivillaga, experto en economía, reconocen que el Gobierno ha tenido resultados positivos pero tiende a magnificarlos.

Sondeos de opinión pública como el realizado por el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC-SJ) destaca que un 23,8#% de la población considera que el gobierno ha fracasado en cuanto a la violencia, la extorsión y la inseguridad. Por ejemplo, el pago del impuesto de guerra y asesinatos de transportistas tienen sumergido al sector en una situación crítica, en la que estos pagan a pandilleros millones de lempiras por extorsiones. De acuerdo con el Comisionado de Derechos Humanos, hasta noviembre del 2014 habían sido asesinadas 140 personas y resultaron 40 heridas en buses y taxis. Por esto hay que anotar que el presidente ha evitado un tono triunfalista y al presentar su informe de primer año de Gobierno ante el Congreso Nacional destacó los avances alcanzados en materia de seguridad, pero aceptando que falta mucho por hacer.

Recuperar la paz y la tranquilidad arrebatadas por el crimen y la violencia, contribuir al crecimiento y el desarrollo para afianzar las oportunidades de empleo, salud, educación y la reducción de la pobreza siguen siendo entonces los retos de Honduras. De esta forma, al margen de los desafíos en seguridad, iniciativas como el programa presidencial Vida Mejor han logrado llegar a más de 500.000 familias de escasos recursos y con el establecimiento de alianzas con la empresa privada la creación de cerca de 120.000 fuentes de empleo. Este discurso se ha proyectado en el ámbito internacional logrando posicionar en la región centroamericana iniciativas como el Plan Alianza para la Prosperidad, que impulsan Honduras, Guatemala y El Salvador para frenar la migración de menores de edad y adultos hacia Estados Unidos.

Al margen de estos asuntos avanzaron temas menos polarizantes. Fue así sancionado por el presidente Hernández el decreto legislativo que impulsa el proyecto de una nueva tarjeta de identidad. La firma del gobernante es importante para validar el proyecto y ahora se busca el financiamiento interno o externo que, según el Registro Nacional de las Personas (RNP) podría necesitar mil millones de lempiras. Los partidos de oposición han advertido que esperan total transparencia en esta política pública.

Los buenos

El fiscal Roberto Ramírez Aldana ha sido crucial en las investigaciones sobre el escándalo de corrupción dentro del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), que mantuvo tras las rejas a su exdirector Mario Zelaya, quien alcanzó estatus de prófugo. Se formularon cerca de 20 acusaciones que llevaron a cuatro personas a prisión. Además logró 25 aseguramientos de bienes vinculados a la corrupción del Seguro Social, tanto en Honduras como en Estados Unidos. A través de la Unidad de Apoyo Fiscal, Ramírez encabezó las investigaciones que permitieron descubrir el desfalco perpetrado durante la administración Zelaya. Al menos 2500 millones de lempiras fueron despilfarradas en el IHSS. Como si fuera poco, lamentablemente el expresidente Porfirio Lobo Sosa (2010-2014) aceptó, luego de cesar en su cargo, que conocía de este caso de corrupción pero que no actuó ni ordenó investigar para no afectar las elecciones generales de 2013.

Por su parte, Roberto Ordóñez, tras asumir la Secretaría de Infraestructura y Servicios Públicos (Insep), se ha convertido en el impulsor de varios proyectos de infraestructura estancados en las últimas administraciones. Encabezó un saneamiento de las empresas del Estado víctimas de la corrupción y la ineficiente contratación. Como coordinador del Gabinete Sectorial de Infraestructura Productiva condujo la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones (Hondutel) o la Empresa Nacional Portuaria. Entre sus logros en el primer año de gobierno destacan el proyecto del corredor logístico, la reactivación de los trabajos del anillo periférico, el paso a desnivel en la salida a Valle de Ángeles y la reparación de las fallas geológicas en la carretera hacia Danlí. Su gestión ha permitido la ejecución de 65 programas que comprenden la pavimentación con concreto hidráulico en varios municipios, así como las bases de licitación para la construcción del aeropuerto de Palmerola.

Otro destacado funcionario ha sido Carlos Miranda, quien recibió la Orden Isabel La Católica en nombre del rey Felipe de España, reconocimiento creado hace dos siglos. Miranda ocupa la titularidad de la Corporación Municipal de Comayagua por quinto período consecutivo. Desde 1998 mantiene el cargo de edil y se ha convertido en la persona bajo el sistema democrático hondureño con más tiempo en una alcaldía. Recibió el homenaje del gobierno español a través de su embajador en Tegucigalpa, Miguel Albero. De esta forma entró al grupo de personas nacionales o extranjeras que destacan por contribuir a las relaciones de cooperación con España. Miranda es el segundo hondureño en recibir este galardón -el primero fue Ricardo Flores, de asuntos protocolarios de la Cancillería de Honduras.

En asuntos espirituales Óscar Andrés Rodríguez se ha confirmado como el máximo representante de la Iglesia católica, situando a Honduras en lo alto de la historia vaticana. Se ha constituido en uno de los candidatos a juez de Justicia y Caridad en la Santa Sede, con lo que el cardenal hondureño, amigo del papa Francisco y uno de sus hombres de máxima confianza, iría más allá de su designación como uno de sus ocho principales asesores. Rodríguez, salesiano de 72 años que ha destacado por su espiritualidad y su denuncia social dentro y fuera del país, participa desde 2013 en la comisión que trabaja en la reforma a la Curia Romana. Fue electo presidente de Cáritas Internacional en 2007 y reelegido el 25 de mayo de 2011. Dejará la presidencia de la institución caritativa de la Iglesia en 2015 y, aún como papable en los últimos cónclaves, quedará más libre para asumir nuevas responsabilidades en el Vaticano.

Una serie de iniciativas ciudadanas no menos importantes intentan sacar a Honduras adelante. Están Juan Elvir, director técnico de fútbol, quien ha formado gratuitamente a jóvenes de barrios y colonias humildes; el equipo de voluntarios del Programa de Servicios a Estudiantes con Capacidades Especiales (Prosene); Paola Soto, quien ha fundado un centro de adopción y recuperación de animales callejeros; Jóvenes Católicos, Amor y Atención, grupo de 11 muchachos del templo San Juan Bautista que adoptaron como abuelos a 35 ancianos del Centro de Día y Reposo (Ceder); o Aunt Joan School, centro educativo del bosque nublado del Parque Nacional La Tigra, espacio bilingüe en que se educan como guías turísticos hijos de humildes campesinos y trabajadores de sus comunidades, gracias a la visión del estadounidense Lex Creame y su hija Indiana, quienes además promueven una empresa de fertilizantes y vegetales.

Igual reconocimiento merecen: Esencia Verde, grupo de diez mujeres que recuperaron las áreas verdes en la colonia capitalina Nueva Suyapa, apoyadas por la ONG Centro de Prevención, Tratamiento y Rehabilitación de Víctimas de la Tortura (CPTRT); Miguel Briceño Agurcia, de 35 años, logró la pavimentación de 178 metros lineales del sendero Salinas de la colonia La Travesía; Jensen Herrera, joven promotor que dedica su tiempo libre a trabajar en favor de la cultura y orientar sobre el patrimonio religioso a la feligresía de la iglesia El Calvario de Comayagüela; o Casa David, espacio liderado por Marvina y Howard Hooper, que brinda cobijo a los familiares de pacientes del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) que llegan del interior del país. Personajes como estos, que contrastan con la violencia y la corrupción, aportaron en 2014 a la recuperación del tejido social de su país.

Los malos

Desafortunadamente la corrupción en Honduras aún se extiende y hay que comentarla como algo vergonzante en un país que requiere liderazgos transparentes. Encontramos ejemplos como el de César Ham, exdirector del Instituto Nacional Agrario (INA) durante la gestión Lobo Sosa (2010-2014), adjudicándose un terreno propiedad del sindicato de la institución valorado en casi dos millones de lempiras, ubicado en la aldea Yaguacire, al sur de la capital. El sindicato del INA denunció que en la repartición ilegal de terrenos también fueron beneficiados otros funcionarios de confianza del excandidato presidente de Unificación Democrática (UD).

El narcotráfico sigue ocupando noticias como la de Carlos Negro Lobo, el primer hondureño extraditado a Estados Unidos tras una reforma constitucional que lo permite. Aceptó las acusaciones de proveer cocaína al cártel de Sinaloa (México) y a la banda hondureña Los Cachiros. Investigado por las autoridades estadounidenses desde 2009, estaba aliado con la banda Los Mellos de Kasandra de Colombia, para coordinar el ingreso de toneladas de cocaína a Honduras. Tras la caída de Lobo las autoridades hondureñas, en conjunto con las norteamericanas, continuaron capturando a varios extraditables que ya se encuentran detenidos en Estados Unidos.

Existen grados de maldad, pero no menos graves. Así Arnaldo Urbina Soto, alcalde de Yoro, pasó de prominente dirigente a preso en el centro penal de San Pedro Sula por vinculaciones al delito de lavado de activos y posesión de armas. Urbina fue detenido junto a sus dos hermanos, también acusados por los mismos presuntos delitos. De acuerdo con la Fiscalía, Urbina Soto adquirió bienes en los últimos años pero no se justifican ya que no concuerdan con sus ingresos. La Oficina Administradora de Bienes Incautados (Oabi) tomó posesión de seis propiedades del alcalde y el Ministerio Público amplió el requerimiento fiscal contra Urbina y sus hermanos por el delito de tráfico ilícito de drogas. Adicionalmente se señaló que los imputados, utilizando la fuerza, despojaron a varios vecinos de sus terrenos en la aldea Río Abajo en Locomapa, Yoro, y en Las Trojas, utilizados para el aterrizaje de aeronaves cargadas con drogas.

Finalmente un caso que estremeció al país es el de Plutarco Ruiz, implicado en el crimen de Miss Honduras María José Alvarado y su hermana Sofía Trinidad, con quien mantenía una relación sentimental. El asesinato de la reina de belleza en un balneario de Santa Bárbara, apenas una semana antes de que viajara a Londres donde se llevó a cabo Miss Mundo 2014, puso el nombre de la nación en la picota mundial.

Conclusión: el trabajo está por hacer

En un país en el que la pobreza ronda el 65#% de la población, según Freedom House en su informe de 2015, aún la nación continúa siendo catalogable solo como parcialmente libre. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) la clasifica con un índice de desarrollo humano medio, lo que al menos la saca del nivel más bajo.

Desde una perspectiva económica, según académicos como Raúl Reina Cleaves, en el último lustro la economía y las finanzas públicas de Honduras han sido afectadas negativamente por el crecimiento desmedido del presupuesto de la Administración central con relación al crecimiento del producto interno bruto, lo que ha provocado un incremento en el endeudamiento público (interno y externo), generando distorsiones en los impuestos y el ritmo de depreciación de la moneda con el fin de generar los ingresos necesarios para cubrir el endeudamiento. Si no se atienden estas advertencias puede ser más difícil cumplir las metas que se ha trazado Honduras. Vale la pena entonces recordar, siguiendo al PNUD, cuáles son las tareas pendientes con el fin de acercarse a cumplir los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio:

1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre.

2. Lograr la enseñanza primaria universal.

3. Promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer.

4. Reducir la mortalidad infantil.

5. Mejorar la salud materna.

6. Combatir VIH/SIDA, paludismo y otras enfermedades.

7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente.

8. Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.

Solo queda esperar que los esfuerzos del primer año de gobierno de Juan Orlando Hernández en materia de seguridad, sumados a mejoras en el empleo y un discurso integrador, cierren espacios a la violencia y a la corrupción, y se aúnen a la recuperación de la convivencia humanista que reposa en el corazón de los hondureños.

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