IDD-Lat 2014

Argentina

Dimensión I

Dimensión II

Dimensión III

Dimensión IV

IDD-Lat 2014


6,568

4º


3,145

11°


2,650

1º


0,708

6º


6,650

4º


Argentina presenta, en su medición del período 2002-2014, una tendencia, con marcadas oscilaciones, que evidencian cierta inestabilidad (Gráfico 3.1), siempre en valores cercanos a los 5,000 puntos, con las excepciones del año 2007, donde logra superar los 6,000 puntos y de los años post crisis 2001, donde desciende en sus puntuaciones, colocándose en la franja de los 3,000. A partir del 2004 comienza su curva ascendente, con un pequeño retroceso en el 2008, 2010 y 2011. En el último año se observaba un descenso de la puntuación de un poco más del 5%. En esta edición logra recuperarse y obtiene la mejor puntuación desde el 2002 a la fecha. Este incremento representa un 21% más que el valor obtenido el año anterior. Logra mantenerse por encima del promedio de la Región, liderando el grupo de países de desarrollo democrático medio. Debe observarse, sin embargo, que los datos estadísticos oficiales de la Argentina se encuentran seriamente cuestionados, al punto que el gobierno se ha visto obligado a rediseñar su índice de precios que tiene alto impacto en todos los indicadores sociales y económicos. El ejemplo de los excelentes resultados en la política social respecto de otros países de la región, encienden una luz de alarma respecto de la veracidad de los datos oficiales.

En el índice general, logra ubicarse en el 4º lugar del ranking de los 18 países latinoamericanos, es decir mejora nuevamente en una posición con respecto al 2013; aunque se posiciona bastante lejos de los valores alcanzados por sus vecinos Uruguay y Chile.

Argentina, a diferencia de lo que mostró en informes anteriores, donde se observaba disparidad de comportamientos en las dimensiones; en esta edición presenta incrementos en todas las dimensiones. Las mejoras más importantes se producen en la dimensión que mide la calidad institucional y la eficiencia política, aunque el puntaje obtenido sigue ubicándola entre los países con el peor comportamiento y en la dimensión económica. Un rasgo característico del comportamiento de la democracia argentina se observa en la continuidad con un excelente rendimiento en la dimensión Social. Otra constante es que su rendimiento en la dimensión económica sigue siendo mediocre, pese a que el país cuenta con una de las más modernas estructuras económicas de la región. Aunque en esta oportunidad, logra un avance que le permite ubicarse por encima del promedio regional y subir una posición con respecto al 2013. Argentina trepa al 6°lugar del ranking.

Los indicadores que conforman la dimensión Derechos Políticos y Libertades Civiles muestran un ascenso en el promedio con un resultado superior al logrado el año anterior, lo que produce una suba de la puntuación del 2% en esta dimensión del desarrollo democrático. Argentina sigue ocupando el cuarto lugar del ranking y continúa en un nivel por encima del promedio regional (Gráfico 3.2), aunque todavía está lejos del nivel logrado en el año 2009 cuando alcanzó el mejor valor de su serie. La peor puntuación de Argentina en esta dimensión fue la obtenida en el 2005 con 4,712 puntos y la mejor, como dijimos anteriormente, es la del 2009 con 7,273 puntos.

El comportamiento de los indicadores en esta dimensión nos muestra que, a pesar que Argentina presenta un crecimiento en el Indicador Voto de Adhesión Política, logra mejorar su puntuación levemente, porque el resto de los indicadores se encuentran amesetados, y esta situación de inmovilidad hace que Argentina no haya, prácticamente, modificado su valor con respecto al 2011.

En la Dimensión Calidad Institucional y Eficiencia Política, Argentina, como ya se indicara, no ocupa los últimos lugares del ranking regional, debido a un ascenso de su puntaje en un 80%, con respecto al año anterior (Gráfico 3.3). El impacto del nuevo indicador de Partidos Políticos en el Poder Legislativo explica ese avance ya que el número de partidos en el Congreso se modifica sustancialmente y obtiene por primera vez un puntaje por encima del promedio y en Accountability, aún obteniendo un valor bajo, es Bolivia quien se posiciona en la peor ubicación y esto es lo que produce el avance de Argentina. Pese a ello se mantiene, con sus 3,145 puntos, en un nivel de baja calidad institucional. La peor puntuación de Argentina en esta dimensión fue la obtenida en el 2003 con 1,370 puntos y la mejor fue la de 2007 con 4,793 puntos.

El resto de los indicadores tiene un comportamiento negativo; el de Percepción de la Corrupción muestra un ligero retroceso, ubicándose por debajo del promedio regional junto a Bolivia y México y el de Desestabilización de la democracia sigue presentando resultados que muestran un país sumergido en protestas sociales de contenido variopinto. En esta Dimensión, Argentina se ha ubicado durante todos los años de nuestra medición (Gráfico 3.3) por debajo del promedio regional. Este comportamiento evidencia lamayor falencia estructural de la democracia argentin.

En la Dimensión Capacidad para Generar Políticas que aseguren Bienestar, la Argentina, en el mencionado clima de discusión respecto de la validez de sus estadísticas oficiales, mantiene su curva de crecimiento, que se produce desde el 2010 (Gráfico 3.4), liderando nuevamente esta dimensión, a pesar que no todas las variables tuvieron un comportamiento positivo. Los indicadores que muestran una mejor tendencia son los que miden el Gasto en educación y en salud, el de mortalidad infantil y el de la población bajo la línea de la pobreza. Se presenta un leve descenso en el indicador que mide el desempleo urbano.

La peor puntuación de Argentina en esta dimensión fue la obtenida en el 2005 con 0,515 puntos y la mejor es, como dijimos anteriormente la de este año con 2,650 puntos.

En la Dimensión Capacidad para Generar Políticas que Aseguren Eficiencia Económica, el valor obtenido ha sido más alto (Gráfico 3.5), por el buen comportamiento de varios indicadores, el que mide Brecha de Ingreso, el que mide el PIB per Cápita y el que mide el endeudamiento. También en este punto reciben discusión las estadísticas nacionales. La única variable que sufrió un retroceso es la que mide el Índice de Libertad Económica.

El valor obtenido en esta dimensión le permite alcanzar casi el valor obtenido en el 2008) y recuperar posiciones en el ranking regional. Del séptimo lugar que ocupaba Argentina en el ranking del año anterior, este año sube al sexto. La peor puntuación de Argentina en esta dimensión fue la obtenida en el 2004 con -0,433 puntos y la mejor había sido la de 2002 con 1,246 puntos por encima del promedio regional.

Argentina festejó sus 30 años democracia, con elecciones, inflación y saqueos

Por Alejandra Gallo

Elecciones legislativas a los 30 años de democracia. En 2013, la Argentina festejó 30 años ininterrumpidos de democracia y, sin duda, el acontecimiento político más importante de ese año fueron las elecciones legislativas que se realizaron el 27 de octubre. Los resultados de los comicios no favorecieron al partido gobernante, el kirchnerismo, que encabeza la presidenta Cristina (Fernández de) Kirchner, que había obtenido su reelección en 2011, con el 54% de los votos.

Con el mensaje en las urnas de 2013 se puso freno definitivo a los reiterados intentos del oficialismo por reformar la Constitución Nacional para permitir, al menos, un tercer mandato a la presidenta. Además fortaleció la relación de fuerzas partidarias parlamentarias, aunque el oficialismo mantuvo sus mayorías tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores, y mostró las primeras cartas sobre las agrupaciones y candidatos con chances de disputar la presidencia en 2015.

En las urnas, el kirchnerismo y sus aliados obtuvieron el 33,27% de los votos; el peronismo no kirchnerista el 24,75% quedándose con las provincias de Buenos Aires y Córdoba (dos de los cuatro distritos electorales más importantes del país); el socialismo, que integró un frente con UNEN (Coalición Cívica), FAP y la UCR retuvo su provincia de origen, Santa Fe, y llegó a nivel nacional al 24,68%; el PRO y sus aliados, el 8,04%; la izquierda hizo una elección histórica y obtuvo el 6,40% de los votos.

Entre las figuras que asomaron como potenciales precandidatos para las próximas elecciones presidenciales figuran, dentro del kirchnerismo, el intendente de Lomas de Zamora Martín Insaurralde, quien se consolidó de este modo en territorio bonaerense, donde está al mando de la Gobernación el reelecto Daniel Scioli. Dentro de Capital Federal, el espacio del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, se fortaleció en la misma dirección; y en Córdoba y Santa Fe se coronaron nuevamente como referentes el gobernador José Manuel de la Sota (peronismo no kirchnerista) y Hermes Binner (socialista), respectivamente. Pero, sin duda, la novedad fue el intendente de Tigre, Sergio Massa, quien fundó el espacio político Frente Renovador (FR) y obtuvo el principal distrito electoral, la provincia de Buenos Aires, mediante alianzas con intendentes que, como él, salieron desde el kirchnerismo.

¿Cómo llegó el Gobierno de la presidenta Cristina Kirchner a las elecciones? El 13 de marzo de 2013, los argentinos se desayunaron con una noticia inesperada: el cardenal Jorge Bergoglio había sido designado papa, con el nombre de Francisco I. Las reacciones de la Casa Rosada fueron dispares. Primero, un grupo muy cercano a la presidenta cuestionó el rol que Bergoglio habría tenido durante la dictadura militar argentina. Rápidamente el Gobierno modificó esa postura y la presidenta pidió una audiencia con Francisco I. Hasta ese momento, la relación entre la Iglesia Católica y el Gobierno era de tensión. Por ejemplo, la presidenta dejó de participar en el tradicional tedeum del 25 de mayo que se realiza en la catedral de Buenos Aires, territorio de Bergoglio, luego de que la Iglesia advirtió sobre el crecimiento de la droga y la pobreza en los últimos años en la Argentina. Hoy se sabe que la presidenta dialoga frecuentemente con el papa.

El otro episodio que sorprendió al Gobierno fue una denuncia periodística en canal 13, del grupo Clarín, en el programa %u201CPeriodismo Para Todos%u201D), el 14 de abril, cuando se mostraron supuestas vinculaciones entre el empresario Lázaro Báez y el matrimonio Kirchner para sacar del país cifras millonarias a diferentes paraísos fiscales. Actualmente la justicia investiga este caso. El 5 de diciembre, la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, suspendió %u201Cpor mal desempeño en sus funciones%u201D al fiscal José María Campagnoli, quien investigaba al empresario santacruceño Báez.

El 18 de abril se realizó el tercer cacerolazo en menos de un año contra el Gobierno, convocado mediante redes sociales; se le llamó 18A. Tuvo su epicentro en la Capital Federal con concentraciones que, según cifras del gobierno porteño, movilizaron cerca de un millón de personas a Plaza de Mayo, el Obelisco, el Congreso y la quinta presidencial.

El principal logro del Gobierno: la Corte y la Ley de Medios. El resultado adverso en las urnas quedó contrabalanceado desde la perspectiva oficial por el fallo de la Corte Suprema sobre de la Ley de Medios, que se conoció el 29 de octubre, dos días después de las elecciones.

Aunque sin un criterio unánime, el fallo obtuvo la firma de todos los jueces de la Corte y declaró la constitucionalidad de la Ley de Medios, que fue aprobada, promulgada y publicada en el Boletín Oficial el 10 de octubre de 2009 (un sábado, tras una maratónica sesión en el Congreso). El tribunal defendió la constitucionalidad de la ley argumentando que %u201Ces una norma votada por el Congreso, cuya conveniencia y oportunidad no es materia de análisis de los jueces. [...] Se trata de fortalecer una democracia deliberativa, en la que todos puedan, en plano de igualdad, expresar sus opiniones y en la que no pueden admitirse voces predominantes%u201D. En el mismo fallo, la Corte reclamó: %u201Clos medios públicos no deben ser meros instrumentos de apoyo a una política de Gobierno%u201D.

El grupo Clarín había acudido a la justicia impugnando cuatro artículos (41, 45, 48 y 161); por lo demás, para este grupo la norma estaba vigente. El Gobierno siempre argumentó que la ley 26522 era válida y pretendía un pronunciamiento de la Corte Suprema más cercana a la sanción de la ley. (Tras el fallo, los grupos de medios están en proceso de adecuación previa aprobación del Gobierno). Cabe destacar que previo a este fallo, el 28 de septiembre de 2013, la Asociación de Entidades Periodísticas de la Argentina, ADEPA, alertó que %u201Cla libertad de expresión está en riesgo en la Argentina%u201D, en el informe que presentó en su 51.ª asamblea general ordinaria.

Cambio de gabinete. Luego de las elecciones y de 45 días de licencia médica por una operación en la cabeza, la presidenta Cristina Kirchner anunció el 18 de noviembre profundos cambios en el gabinete, que apuntaron especialmente a las áreas económicas. La modificación más esperada fue la que hizo en la Secretaría de Comercio Interior, que estaba a cargo de Guillermo Moreno, un polémico funcionario encargado del control de precios, la intervención política en el INDEC, el Instituto Oficial de Estadísticas y Censos, y portador de un estilo patotero que se ganó antipatías en el sector privado. Moreno fue reemplazado por Augusto Costa.

En el Ministerio de Economía, Hernán Lorenzino fue reemplazado por Axel Kicillof, el economista preferido de la presidenta y referente de la agrupación juvenil kirchnerista La Cámpora. Mercedes Marco del Pont fue sucedida en la conducción del Banco Central, BCRA, por Juan Carlos Fábrega; el ministro de Agricultura Norberto Yahuar, por Carlos Casamiquela; y el jefe de Gabinete, José Abal Medina, por el entonces gobernador de Chacho, Jorge Capitanich, quien había logrado el 60% de los votos en las legislativas de su provincia.

La razón que llevó a la presidenta a focalizar los cambios en el área económica fue su concepción de la economía era la responsable de la derrota electoral. En febrero de 2013, la Argentina estuvo por primera vez, desde la crisis de 2001, al borde del default técnico.

La brecha entre la medición de inflación oficial del INDEC y la de las consultoras privadas aumentaba considerablemente, tanto que el ex secretario Moreno había iniciado acciones penales contra esas consultoras por hacer mediciones que %u201Catentaban contra la democracia y promovían la desestabilización política%u201D, que llegaron a multas de hasta $ 50.000. En septiembre de 2013, el juez federal Claudio Bonadío procesó al secretario Moreno por el delito de abuso de autoridad, por haber multado a las consultoras privadas.

Para el año 2013, dichas consultoras, cuyas mediciones difunde mensualmente el Congreso desde aquellas sanciones, señalaron que la suba de precios del año trepó al 28,38%, mientras que el INDEC calculaba un incremento de solo 10,9% para todo el año. La metodología de cálculo de precios se modificó a partir de enero de 2014.

Las reservas del BCRA llegaron a su nivel más bajo de los últimos siete años; en diciembre apenas superaban los USD 30.000 millones, entre las más esqueléticas de toda América Latina. Esto también profundizó la brecha entre el dólar oficial y el paralelo: el último día hábil del año el dólar oficial cotizó $6,56 (la cotización más elevada desde 2002) y el dólar marginal $10,04; la brecha se ubicó en el 53,5%. En mayo, el Gobierno había intentado frenar esta crisis, sin éxito. Había lanzado un %u201Cbono argentino para el desarrollo económico para el sector energético%u201D y el %u201Ccertificado de depósito para el sector inmobiliario%u201D, CEDIN, que intentó promover la compra de propiedades en pesos, en un esfuerzo por frenar el derrumbe del sector inmobiliario debio al cepo cambiario instrumentado en noviembre de 2011.

Saqueos, la vieja postal. En un contexto de mucho deterioro salarial y de suba constante de precios, en los primeros días de diciembre se produjeron revueltas y paros policiales en algunas provincias argentinas, entre las más significativas, Córdoba y Tucumán. En este contexto, también se dieron saqueos y disturbios en varios supermercados y centros comerciales de las principales ciudades afectadas por las acciones de protesta policial. La presidenta, luego de varios días de silencio sobre este tema, atribuyó esas acciones a %u201Cgrupos sediciosos que buscan el caos y la zozobra y socavar la legitimidad democrática%u201D, ya que los saqueos coincidieron con los festejos de los 30 años de democracia ininterrumpida, realizados el 10 de diciembre. El año concluyó con un alto grado de conflictividad, que recordó en la opinión pública postales similares a las vividas en los días previos a la crisis del 2001.

Conclusiones
  • En base a sus resultados en la democracia de los ciudadanos y en democracia social, obtiene su mejor puntuación desde el 2002 a la fecha, mejorando su resultado en más del 20%. Sin embargo, no podemos omitir una mención a la escasa confiabilidad de las estadísticas oficiales, algunas de las cuales son un insumo para nuestro trabajo.
  • Argentina presenta una curva con marcados descensos (2003) y ascensos, colocándose en algunas mediciones en el grupo de países con bajo desarrollo democrático, aunque en los últimos tiempos está estabilizada en el segmento de desarrollo democrático medio, donde hoy es el país que lidera este conjunto.
  • Es uno de los 9 países que supera el promedio regional.
  • Por primera vez muestra avances en las cuatro dimensiones, incluso en las dos que venían siendo su mayor problema: la democracia de las instituciones y la democracia económica
  • Democracia de los ciudadanos - Dimensión Respeto de los Derechos Políticos y las Libertades Civiles: Argentina mejora levemente en esta dimensión y continúa superando el promedio regional. El único indicador que mejoró fue el que mide el Voto de Adhesión Política y muestra de ello fue la participación ciudadana en dos elecciones que se realizaron; en primer término las elecciones primarias, en el tercer trimestre del 2013, las PASO, realizadas el 11 de agosto, y en segundo término, las legislativas del 27 de octubre. En ambas elecciones el oficialismo quedó por debajo de un tercio de los votos, perdió en los grandes distritos e incluso en otros chicos, donde históricamente no había perdido nunca. El gobierno desconoció la derrota, argumentando que seguía siendo la primera minoría y que sumados sus aliados mantenía el control del Congreso en el período 2013-2015, aunque hubiera perdido algunas bancas. Si bien la elección dejó la sensación de que otro mandato de Cristina Kirchner se había hecho imposible, el gobierno ratificó que usará el poder hasta el último momento.
  • Democracia de las instituciones - Dimensión Calidad Institucional y Eficiencia Política: Argentina muestra un avance importante, sin que ello signifique que pueda salir de una zona gris en lo que se refiere a calidad de sus instituciones, y presenta una puntuación de 3,145 puntos. Casi todos los indicadores presentan un comportamiento levemente negativo, pero el cambio metodológico en la evaluación de la fragmentación de los partidos en el Congreso beneficia al país. En esta Dimensión, Argentina se ha ubicado durante todos los años de nuestra medición, incluido este, por debajo del promedio regional.
  • Argentina enfrentó en el 2013 huelgas, protestas, saqueos, irregularidades en los indicadores económicos, aumento de impuestos, tendencia al alza en violencia y crimen organizado. Al menos nueve personas han muerto y decenas resultaron heridas en medio de saqueos que coincidieron con la ausencia de vigilancia por huelgas policiales. En junio se dio la primera huelga general en los últimos 12 años. Ya superada la batalla por la Ley de Medios, el oficialismo dedicó sus energía a intentar una reforma judicial, cuestión que no pudo sostener ni ante la opinión pública ni ante el Congreso. Y por último Argentina ocupó el lugar 106 de los 177 países evaluados en el Índice de Percepción de la Corrupción 2013 elaborado por Transparencia Internacional. El caso emblemático es el enjuiciamiento del actual Vicepresidente, Amado Boudou, a quien se lo acusa de interceder en calidad de ministro de Economía para que no se declarara el quiebre de una empresa privada contratada para la emisión de moneda.
  • Democracia Social - En la Dimensión Capacidad para generar políticas que aseguren Bienestar, la Argentina lidera nuevamente esta dimensión. Los indicadores que muestran una mejor tendencia son los que miden el Gasto en educación y en salud, el de mortalidad infantil y el de la población bajo la línea de la pobreza. No podemos dejar de reiterar las dudas respecto de las estadísticas oficiales y de mencionar que de poco sirve destinar mayores recursos públicos a la atención de la salud y de la educación si no se controla la inflación, que para el año 2013, las consultoras privadas señalaron que la suba de precios del año trepó al 28,38%, mientras que el INDEC (organismo estadístico oficial) calculaba un incremento de sólo 10,9% para todo el año.
  • Democracia Económica - En la Dimensión capacidad para generar políticas que aseguren Eficiencia Económica, el valor obtenido ha mejorado por el buen comportamiento de Brecha de Ingreso, PIB per Cápita y el que mide el endeudamiento, muchas de estas cifras también afectadas por la escasa confiabilidad del sistema estadístico. Es uno de los países que supera el promedio regional y se ubica en el grupo de países con desarrollo económico medio. Argentina es un país que a pesar de contar con un buen caudal de recursos naturales y de atravesar un período de bonanza de los precios de sus bienes exportables ha atravesado un año difícil, tanto en términos de política económica monetaria como cambiaria, y fundamentalmente sin lograr un rumbo económico estable y previsible. Podríamos resumir que los instrumentos utilizados, que son %u201Cartesanales%u201D e inconexos, apuntan a solucionar la coyuntura pero no atienden al mediano y largo plazo.
Oportunidades para mejorar el desarrollo democrático
  1. Generar procesos de construcción de ciudadanía.
  2. Fortalecer el respeto de los derechos políticos
  3. Incrementar la lucha contra la corrupción
  4. Fortalecer los mecanismos de rendición de cuentas
  5. Implementar políticas de empleo
  6. Profundizar la lucha contra la pobreza
  7. Implementar medidas de desarrollo económico
  8. Optimizar la recaudación fiscal para avanzar hacia una mayor autonomía financiera
  9. Generar clima favorable a las inversiones
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