IDD-Lat 2009

Nicaragua

Nicaragua ha sufrido un leve retroceso con respecto al 2008. Esta tendencia negativa se evidencia en los dos componentes de la dimensión Ejercicio de Poder Efectivo para Gobernar. Aún forma parte del grupo de países con bajo desarrollo democrático. El país presenta un comportamiento desparejo, sube un peldaño en el ránking regional, del 13º lugar al 12º.

· En relación con la Dimensión Respeto de los Derechos Políticos y las Libertades Civiles, ha habido un avance, y logra alcanzar el promedio regional. Ocupa el 10º lugar del ranking regional, mejorando dos lugares. El resultado final de la dimensión es producto de las mejoras en los indicadores de inseguridad y de género, a pesar de un retroceso en la puntuación del índice de Derechos Políticos. El resto de los indicadores se mantuvo estable.

· La variación de la Dimensión III ha sido levemente negativa, debido a que el índice de Percepción de la corrupción ha sufrido un leve retroceso y algunos indicadores se mantuvieron estables. Los aumentos fuerte en el caso del indicador de Accountability y más leve en Desestabilización no alcanzan para compensar el comportamiento anteriormente descrito y además porque Nicaragua aún mejorando su performence lo hace desde niveles muy bajos. Por ello el retroceso en la puntuación final de la dimensión no refleja el fuerte aumento del indicador de Accountability. A pesar de ello, obtuvo el décimo puntaje, subiendo cuatro escalones del ránking. Sigue manteniéndose por debajo del promedio de la Región.

· En Capacidad para Generar Políticas que Aseguren Eficiencia Económica, retrocede respecto al año anterior. Esto se debe por un lado al descenso de los Indice de Libertad Económica y de Inversión y por el otro a que el promedio regional ha subido y por ende también el rango de ponderación. El resto de los indicadores ha mejorado, entre ellos, ha sido positiva la caída del endeudamiento. Su índice aún está por debajo del promedio regional y ocupa el 16º lugar del ranking.

· En la Subdimensión Social su desempeño ha sido peor que el de 2008, a pesar de los leves avances en algunos de los indicadores, como es el caso de Hogares bajo la línea de la Pobreza, Matriculación Secundaria y Gasto en Educación. El indicador que motoriza el retroceso es el de Mortalidad Infantil, mientras el resto de los indicadores se mantiene sin variaciones, lo cual no es un dato positivo, en cuanto que los niveles que alcanza Nicaragua en estas variables no son las óptimas. Nicaragua baja un peldaño en el ranking regional, pasando del 11º al 12º. Y sigue permaneciendo por debajo del promedio de la Región.

Memoria Democrática 2008

En el 2008, la política interna nicaraguense, estuvo caracterizada por una fuerte y extrema polarización. Ante los reiterados ataques de la oposición, el Presidente abandonó el mensaje de paz y reconciliación nacional ofrecido a la sociedad en la campaña electoral y respondió con intolerancia; estrenando en las calles sus fuerzas de choque. Instrumentalizó al Consejo Supremo Electoral para excluir de la contienda municipal a dos importantes partidos políticos. Las elecciones municipales no tuvieron un final feliz, pues la oposición no aceptó los resultados, por considerarlos fraudulentos.

La crisis política desatada en Nicaragua tras las cuestionadas elecciones municipales amenazó con deteriorar la precaria estabilidad económica, debido a la suspensión de ayuda financiera de países cooperantes y a la parálisis del Congreso.

Nicaragua recibía unos 400 millones de dólares anuales en préstamos y donaciones de países y organismos financieros para cubrir un déficit en el presupuesto, estimado en 200 millones de dólares.

Diputados opositores del Partido Liberal Constitucionalista y de los movimientos "Renovación Sandinista" y "Vamos con Eduardo", promotores de una iniciativa para anular los comicios del 9 de noviembre, en los que alegaban que hubo fraude, fracasaron en su intento de sesionar al no reunir los 47 legisladores para lograr quórum y aprobar leyes.

El gobernante Frente Sandinista, que ganó oficialmente los comicios en 105 de los 146 municipios, tampoco se presentó en el hemiciclo del Congreso, pese a que había anunciado que contaba con los votos para sesionar. Liberales y sandinistas se responsabilizan mutuamente de obstaculizar la aprobación de leyes que proveerían al país de recursos para proyectos de desarrollo. Como consecuencia el Congreso permaneció paralizado tras los comicios.

La reanudación del trabajo legislativo era clave para destrabar préstamos aprobados por organismos financieros hasta por 96 millones de dólares, así como para dictar leyes exigidas por el FMI para avalar un plan económico para el país. La Unión Europea, que expresó preocupación por la falta de transparencia de los comicios, retuvo 54 millones de dólares de apoyo al presupuesto de 2008. Otro golpe a la economía del país fue la suspensión del programa humanitario estadounidense Cuenta Reto del Milenio, que financiaba proyectos de infraestructura a pequeños y medianos productores agrícolas dedicados a la exportación.

El Gobierno retiró un proyecto de reforma al presupuesto de 2008 que tenía el propósito de aprobar fondos para reparar caminos por donde salen las cosechas de productos de exportación como el café, y de asistencia a los afectados por temporales, argumentando que aunque se aprobase no había tiempo para hacer las obras.

El presidente Ortega calificó las sanciones económicas de países europeos y Estados Unidos de "chantajes" e "injerencismo", aunque reconoció su impacto sobre las finanzas y acudió a Hugo Chávez, que ofreció aportar los fondos recortados por otros.

Definitivamente el gobierno de Ortega se encontraba seriamente golpeado; aunque seguía teniendo el apoyo del gobierno venezolano. Dicha ayuda era sin embargo insuficiente. Bajo esas circunstancias el Presidente estuvo de gira en Rusia y Libia, tratando de conseguir apoyo económico para enfrentar los retos y desafíos que le depara a su administración el año 2009.

Ortega abordó con las autoridades de Rusia, la financiación de proyectos de energía eléctrica y la construcción de un canal interoceánico a través de Nicaragua. En noviembre, el viceprimer ministro de Rusia, Igor Sechin, visitó Nicaragua y en esa ocasión abordó con Ortega la cooperación para algunos proyectos específicos.

En mayo, Ortega había tenido que enfrentar una huelga (la primera que se le hacía a su nuevo gobierno) del transporte colectivo de la Unión Regional de Cooperativas de Transporte Colectivo (URECOOTRACO), que paralizó parcialmente el transporte urbano colectivo del país. Los enfrentamientos entre transportistas y policías en la ciudad de León, cabecera del departamento homónimo y en San Benito, departamento de Managua, dejaron 2 muertos, varios heridos y detenidos.

Como las próximas elecciones generales no se celebrarán hasta finales de 2011, los opositores pretendían que las elecciones municipales de noviembre se convirtieran en una manifestación de rechazo a Ortega. Un problema con el que había que vivir en esas elecciones era la desconfianza en la imparcialidad del Consejo Supremo Electoral. Cinco partidos participaron en esas elecciones: Alianza Partido Liberal Constitucionalista (PLC, liberal), Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN, gubernamental), Alternativa por el Cambio (AC); Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) y Partido Resistencia Nicaragüense (PRN).

El sandinismo gobernante, a través del control que ejercía sobre el Consejo Supremo Electoral (CSE), logró conformar un panorama electoral favorable a sus intereses. En junio, el CSE le quitó la personalidad jurídica al Movimiento Renovador Sandinista (MRS), para que el FSLN quedara como único partido sandinista en la boleta electoral. Previamente había ya privado a Eduardo Montealegre de la representación legal de la ALN, para entregársela al diputado Eliseo Núñez Hernández.

La violencia entre simpatizantes de partidos políticos opuestos creció en una espiral sin control tras las elecciones municipales. Cientos de simpatizantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), en la oposición, se enfrentaron en Managua con palos, piedras, morteros de fabricación casera, pistolas y machetes.

Los últimos meses del año el país sufrió, en toda su crudeza, la naturaleza del gobierno frentista. Empeñado en contener cualquier expresión de oposición y en asegurar el control político por todos los medios posibles, el gobierno desató una escalada de violencia sin precedentes, que incluyó ataques de sus partidarios contra todas las manifestaciones de la oposición política, la sociedad civil y los medios de comunicación.

Consecuencia de las elecciones había un parlamento paralizado, leyes de primera importancia sin aprobación y el presidente legislando por decreto en abierta violación a la Constitución Política. Otra consecuencia de la crisis institucional fue la falta de legitimidad y credibilidad del órgano electoral, y la desconfianza ciudadana en el ejercicio del voto, como mecanismo democrático de elección de autoridades.

Mientras decaían los flujos de cooperación, el desempeño del país en términos económicos y sociales tampoco fue satisfactorio. La ejecución presupuestaria se retrasó notablemente, aún en los ministerios más importantes tales como educación, salud, transporte y producción, revelando un pobre desempeño de las instituciones gubernamentales en el cumplimiento de sus funciones.

Desde el punto de vista estructural, la tendencia del modelo económico fue de continuidad, con cierto activismo en algunos sectores. Sin embargo, tres aspectos deben destacarse: la inversión social descansó en un esquema de financiamiento externo, el gasto en pobreza se mantuvo como parte del gasto social genérico y las metas de reducción de la pobreza se basaron exclusivamente en la inversión social teniendo como referencia a los Objetivos del Milenio.

Las denuncias de corrupción, falta de transparencia, derroche y uso discrecional de los recursos, se multiplicaron por todos los medios de comunicación, particularmente en lo que se refería al uso de los fondos provenientes de la cooperación venezolana y el clientelismo promovido durante la campaña electoral de finales del 2008.

Esa coyuntura se convirtió en la condición ideal para refundar el pacto político entre Arnoldo Alemán, por el PLC, y Daniel Ortega, por el FSLN. Aunque los liberales arnoldistas negaron una y otra vez las negociaciones, éstas dieron como resultado que la Corte Suprema de Justicia emitiera una resolución sobreseyendo definitivamente a Alemán de los delitos por los cuales estaba condenado a prisión, la casi automática reelección de la junta directiva del parlamento, la aprobación inmediata de varias leyes que hacían parte de la condicionalidad de los organismos multilaterales para facilitar fondos al país y las necesarias reformas al presupuesto de la República para el año 2009. Al final, el FSLN retomó el control de la Asamblea Nacional al reelegir a la junta directiva, pero además, ocupando la presidencia de 10 de las 15 comisiones de trabajo del órgano legislativo.

Una vez que el gobierno logró controlar la situación en la Asamblea Nacional, el presidente compareció en un tono más conciliador para presentar el plan de emergencia frente a la crisis económica internacional. Dispuso cuatro grandes acciones: reducir el presupuesto general de la República en mil 312 millones de córdobas, solicitar el apoyo de la cooperación europea, realizar préstamos a diversos organismos multilaterales y disminuir el gasto corriente en un 20%. Pidió además, responsabilidad patriótica, tolerancia y el cese de la violencia política para poder responder a la crisis.

El precio de la canasta básica en Nicaragua aumentó un 14,3% durante el 2008, con relación a 2007. La inflación en Nicaragua cerró en 13,7%, la segunda cifra más alta registrada en Centroamérica, sólo superada por Costa Rica, que cerró con una inflación de 13,9%.

El crecimiento de la economía, al término del 2008, fue inferior al que registraron otros 122 países en vías de desarrollo. La economía del país creció alrededor del 3.0%.
volver