IDD-Lat 2009

Honduras

Honduras ha empeorado nuevamente su puntuación final, en un poco más del 12%, y nuevamente ha pasado a ser un país con bajo desarrollo democrático. Ha descendido una posición en el ránking, pasando del 10º al 11º lugar. Este comportamiento negativo sólo se en la dimensión de Calidad Institucional.

· La Dimensión II sube, aunque no logra alcanzar el mejor resultado, que fue el obtenido en el 2003. Este incremento del resultado final de la dimensión es producido por los avances en los indicadores de Inseguridad y de Género. El resto de los indicadores no ha sufrido variación. A pesar de mejorar su performance, no logra alcanzar la mejora regional promedio y por ello Guatemala ocupa el 11º lugar del ranking, es decir que ha perdido tres lugares con respecto al 2008 y su índice aún está por debajo del promedio de la región.

· El valor obtenido en Calidad Institucional y Eficiencia Política, ha sido fuertemente más bajo que el del 2008 y esto es producto principalmente del retroceso que sufrieron los indicadores de Accountrability y de Desestabilización, a pesar que algunos indicadores han mejorado, como es el caso de la variable de Percepción de la Corrupción y la estabilidad mantenida en el indicador de participación de los partidos políticos en el Poder Legislativo. En esta dimensión cae fuertemente por debajo del promedio regional, y pierde cinco lugares del ránking.

· En lo relativo a su desarrollo económico, los crecimientos en PIB per cápita, Brecha de Ingreso, de Endeudamiento y de Inversión han generado un incremento general en la subdimensión. El único indicador que ha retrocedido es el de Libertad Económica, aunque no de manera significativa. Sube dos lugares en el ránking pasando del lugar 16º al 14º; aunque igualmente su Índice continúa por debajo del promedio regional.

· A pesar de los avances en Hogares Bajo la línea de la Pobreza y en Mortalidad Infantil no se ha producido una mejora en el nivel general de la subdimensión social. Esto se sustenta no sólo en que el resto de los indicadores se mantuvo estable, sino que los avances logrados en los indicadores mencionados no alcanzaron a superar el promedio de la mejora regional, por eso mantiene su puesto en el ránking y su puntuación aún sigue por debajo del promedio.

Memoria Democrática 2008

El presidente Zelaya terminó el 2007 con el 33% de popularidad y sólo superaba a otros tres gobernantes latinoamericanos. Comenzaba el 2008 todavía inmerso en cómo solucionar el problema de los altos precios del petróleo. El presidente se había comprometido en su campaña electoral a reducir el precio de los combustibles.

Tras fracasar una licitación internacional para el suministro de combustible barato, que se enredó en los tribunales de justicia por una demanda del Estado a una petrolera local para que cediera sus tanques de depósito, Zelaya se aprestaba a firmar un acuerdo con el programa petrolero venezolano Petrocaribe.

La violencia que agobiaba a los hondureños recrudeció con dos matanzas en San Pedro Sula (norte), que causaron 10 víctimas, aparte de varios crímenes ocurridos en otras localidades.

Zelaya anunciaba que el tercer año de su gestión tendría como prioridades "tres grandes programas" para impulsar el turismo, el desarrollo agrícola y la descentralización del Estado.

En abril de 2008, una huelga de hambre de fiscales para exigir que no se archivaran los casos de corrupción, caldeaba el ambiente político e involucraba al presidente Zelaya, líderes religiosos, políticos y sociales, y hasta diplomáticos extranjeros. El conflicto se agudizó luego que los fiscales agregaran a sus demandas originales la destitución del fiscal general, Leónidas Rosa Bautista, y del fiscal adjunto, Omar Cerna, tras el fracaso del diálogo para llegar a un arreglo con la intervención del pastor evangélico Evelio Reyes. Luego de la intermediación del pastor evangélico, intervino el Congreso que nombró una comisión mediadora, con la participación del comisionado de Derechos Humanos, Ramón Custodio, y el secretario ejecutivo del Consejo Nacional Anticorrupción, Juan Ferrera. Sin embargo, la comisión que representaba a los huelguistas rechazó la mediación. Hasta el presidente Zelaya intervino en el conflicto, pues además de visitar a los huelguistas, también pidió la destitución del fiscal adjunto.

Zelaya se vio envuelto en varias controversias, una de las más grandes fue la firma de la incorporación a la Alternativa Bolivariana de las Américas con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, por lo que grupos de poder, viendo sus propios intereses, crearon una campaña para desacreditar tal acuerdo, pero una masiva concentración de mas de un millón de personas de distintos sectores del país les respondió.

El 24 de diciembre anunció el aumento al salario mínimo como una medida de compensación a los más pobres, ya que los empresarios se mostraron renuentes a reducir el precio de la canasta básica, aún cuando hubo una rebaja considerable de los combustibles. Este ajuste de 5500 lempiras en el sector urbano y 4000 lempiras en el sector rural puso a Honduras en el segundo puesto de la región, después de Panamá, en el nivel del salario mínimo, Hubo una importante reacción de parte de los empresarios amenazando despidos y presiones.

La reducción de la pobreza y la "improvisación" fueron las luces y sombras del gobierno del presidente Zelaya en su tercer año de mandato.

Se desató una polémica por la elección de los miembros de la Corte Suprema de Justicia. El Congreso no aceptó los candidatos de Zelaya y prefirió escoger entre los propuestos por una Junta especialmente creada para garantizar la independencia del Poder Judicial. Incluso, se llegaron a oír rumores en Tegucigalpa de autogolpe con el apoyo de los militares.

Las estadísticas, sin embargo, le dan el beneficio de haber reducido la pobreza en 9 puntos, un país donde el 70% de los siete millones y medio de habitantes no ha salido de ella. Esta reducción se debe también a los 3.800 millones de dólares de deuda externa condonados por la comunidad internacional, gracias a la Estrategia de Reducción de la Pobreza, una iniciativa que busca reducir la pobreza al año 2015.

Honduras se suscribió al ALBA el 26 de agosto y desde entonces se han firmado varios acuerdos de cooperación con Venezuela, entre los que destacan la garantía de abastecimiento de petróleo y energía, créditos para los pequeños productores, maquinaria agrícola y un plan para la erradicación del analfabetismo. Zelaya enfatizó su importancia al asegurar que representaba un proyecto social cuyos beneficios más importantes eran educación, alfabetización, salud, energía y un proyecto social para los países que lo integran. Zelaya había dicho que la razón que motivó el acercamiento de Honduras al Gobierno de Chávez fueron las restricciones impuestas por los organismos de financiamiento que impedían que Honduras accediera a capitales de crédito frescos. De acuerdo con lo negociado, los créditos con Venezuela deberán pagarse en un plazo de 25 años, con 2 a 3 años como período de gracia y a una tasa de interés de apenas 3%.

Otto Reich, uno de los principales asesores del candidato a la presidencia de los Estados Unidos John McCain, amenazó al presidente por su cercanía con Venezuela, al declarar que “si quiere (Zelaya) ser aliado de los enemigos de Estados Unidos de América, que piense en las consecuencias”. El asesor del candidato republicano calificó al ALBA como “una fantasía” en la que están integrados, según él, "los países fracasados y más pobres de América Latina".

En noviembre, el presidente planteó la suspensión de las elecciones internas con el argumento de que las inundaciones producidas por copiosas lluvias, dificultaban las votaciones, aunque en principio encontró resistencia de casi todos los partidos y otros sectores. El Congreso Nacional aprobó la suspensión. Como consecuencia del temporal se registraron 25 muertos y 11 desaparecidos. Los damnificados sumaron unos 53 mil 800, mientras que el global de afectados superó los 257 mil. El presidente venezolano Hugo Chávez dispuso un apoyo de dos millones de dólares para el pueblo de Honduras. En un decreto aprobado en un Consejo de Ministros, el Gobierno de Honduras resolvió “declarar situación de emergencia a nivel nacional para enfrentar la situación”.

Un estudio sobre perspectivas económicas divulgado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) afirmaba que Honduras requería ampliar considerablemente los gastos sociales para lograr en 2015 las metas del milenio. De acuerdo con el referido estudio, Honduras presentaba un escenario complejo en lo político, en lo económico y en lo social.

Las remesas enviadas a Honduras alcanzaron a los $2.700 millones, según informaba el Banco Central de Honduras (BCH). A pesar que volvieron a aumentar, ese crecimiento fue menor que en el período 2006-2007. Las autoridades económicas hondureñas habían previsto esta caída en el ritmo de crecimiento de las remesas debido al desempleo que afectaba cada vez a más hondureños por la crisis en Estados Unidos.

Zelaya se granjeó numerosos enemigos entre el empresariado que fustigaba muchas de sus decisiones; entre ellas, la adhesión a la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA), o el alza del salario mínimo en un 40%. Estos presentaron 262 recursos de amparo y uno de inconstitucionalidad en contra del aumento. Desde el 2006, y gracias al programa de alivio de deuda iniciado por la administración de Ricardo Maduro, el descenso gradual del saldo de la deuda, para finales de 2007, se calculaba en 2,049 millones de dólares. En los 12 meses de 2008, el Gobierno revertió esa tendencia. A finales de 2008, la cifra ascendía a 2,615 millones de dólares. Y con los compromisos adquiridos con el Gobierno de Venezuela la cifra aumentaba a un ritmo de al menos 340 millones de dólares anuales más.

Según el informe "Honduras: Balance 2008", publicado por el Fondo Social de Deuda Externa y Desarrollo de Honduras, en base a datos del FMI el porcentaje de hondureños en situación de pobreza llegaba al 62% de la población. La tendencia observada es que el progresivo aumento del gasto en relación con la reducción de la pobreza, no se observan resultados acordes con el gasto

De lo comentado por distintos analistas se desprende que si el Gobierno de Zelaya fuese un mejor administrador, convenios como la adhesión a la Alba resultarían innecesarios. Si bien hubo desaceleración económica todavía hubo crecimiento económico -alrededor de un 4%.
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