IDD-Lat 2009

Chile

Chile ha mejorado en más del 3% el valor alcanzado el año pasado. Esta tendencia obedece a que obtuvo mayores puntuaciones en la Dimensión III y en la Subdimensión Económica. Este año lidera el ránking del Indice, como ya lo había hecho en 2003, 2004, 2005, 2006 y 2007.

· En la Dimensión II ha obtenido un valor levemente más bajo que en el año anterior. Se debe fundamentalmente a peores resultados en los indicadores de participación de la mujer en la institucionalidad democrática y de Condicionamiento de libertades y derechos por inseguridad. El resto de los indicadores se mantiene sin alteraciones. Sin embargo, sigue liderando el ránking de la dimensión.

· En Calidad Institucional y Eficiencia Política ha ganado dos lugares en el Ranking, acercándose a los valores obtenidos en 2002 y 2003, donde había logrado el máximo de puntuación (10,00). Hoy ocupa el 2º lugar. Mejora su performance con respecto al 2008 en más de un 14% y esto se debe a que obtiene mejor valor en Accountability. El resto de los indicadores se ha mantenido estable. El único indicador que ha tenido un comportamiento negativo es el de Desestabilización. Supera ampliamente el promedio regional.

· En la Dimensión IV las dos subdimensiones que la componen tienen comportamientos diferentes. La Subdimensión Económica muestra mejores resultados en los indicadores de inversión y PIB per cápita. El resto de los indicadores se mantuvo estable, salvo el de endeudamiento y libertad económica que sufrieron leves bajas. Ocupa el 3º lugar en el Ranking, ganando un lugar con respecto al 2008.

· Chile en la Subdimensión Capacidad para generar políticas que aseguren bienestar muestra un avance sólo en Mortalidad Infantil. Retrocede en Desempleo. El resto de los indicadores se ha mantenido estable. En esta subdimensión Chile sigue ocupando el 2º lugar del ranking y su puntuación supera el promedio regional.

Memoria Democrática 2008

Durante el tercer año de gestión de la Presidente Bachelet, la mandataria debió enfrentar el máximo dolor de cabeza de toda su administración, el fallido sistema de transporte público capitalino Transantiago. La administración intentó amarrar el financiamiento permanente necesario para evitar el alza de tarifas a un proyecto que otorgara recursos al sistema a nivel nacional. La férrea oposición de la Alianza y la negativa del Gobierno a separar los proyectos -uno de financiamiento para regiones y otro en Santiago- llevaron al fracaso de la iniciativa en el Parlamento. El Ejecutivo debió recurrir al uso del 2% constitucional, facultad presidencial que permitió echar mano a recursos del Estado y así salvar el sistema momentáneamente. Más tarde el Tribunal Constitucional (TC) reveló el esperado veredicto sobre la inconstitucionalidad del préstamo otorgado en abril por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que había otorgado 400 millones de dólares para financiar el Transantiago.

Tras largos meses de incertidumbre con respecto a quienes integrarían el cuarto gabinete de la Presidente Michelle Bachelet, a principios de año se reveló el misterio. Se informó que el ministerio del Interior sería encabezado por Edmundo Pérez Yoma (DC). La Presidente decidió aceptar la renuncia de los ministros de Obras Públicas, Economía, Minería, Agricultura y Ministerio de Planificación. En reemplazo de los salientes secretarios de Estado asumirieron en Obras Públicas el presidente del PPD, Sergio Bitar; en Economía Hugo Lavados (DC); en Minería Santiago González (PRSD); en Agricultura Marigen Hornkohl (DC); y en Mideplan Paula Quintana (PS).

Aunque a fines de 2008 Bachelet contaba con un apoyo que superaba el 50%, hubo momentos en que ese apoyo bajó de los 35 puntos; este fenómeno se puede atribuir a crisis puntuales.

A fines del 2008, en noviembre, los funcionarios públicos chilenos iniciaron un paro indefinido con el que querían presionar al Gobierno para lograr un aumento de salarios. La batalla en las calles por el ajuste de las remuneraciones del sector público incluyó marchas, tomas y concentraciones y paralización de actividades. Los ministerios, oficinas públicas, municipalidades, profesores, trabajadores de la salud y hasta los recolectores de basura en algunas comunas se sumaron al paro laboral de mayor intensidad y alcance en los tres años de Gobierno de Bachelet.

Al conflicto lo condimentaba el aumento de la inflación, que en 12 meses llegó al 9,9%, la mayor de la última década.

El 2008 quedará en la historia como el año en que se anotó el mayor esfuerzo financiero en educación. El Plan AUGE, la reforma laboral, la nueva política habitacional, la más importante inversión en infraestructura deportiva desde el Mundial de 1962 y la reforma procesal penal son avances que encaminaban a Chile hacia el bicentenario.

El domingo 26 de octubre se realizaron en Chile las elecciones municipales para el periodo 2008-2012. Estas elecciones fueron particulares por tres motivos: por un lado la cantidad de postulantes para alcaldes y concejales (12.000) estableció un récord en los comicios; en segundo lugar, por ser las primeras elecciones en que la oficialista Concertación por la Democracia concurrió a las urnas, para la elección de concejales, en dos listas separadas después de 18 años de unidad. En tercer lugar, por el pacto electoral realizado entre la Concertación y el Partido Comunista por primera vez desde 1990 (año en que Chile volvió a la democracia).

Los resultados de las dos coaliciones principales fueron: para alcalde, la Concertación oficialista obtuvo solo el 38.46% de los votos, pasando de los 203 alcaldes que tenía antes de los comicios a 147; mientras que la Alianza opositora obtuvo el 40.56%, pasando de 104 a 140. Aunque la Concertación mantenía una mayor cantidad de alcaldes, lo hacía en poblaciones de menor tamaño.

Por otro lado, la oposición gobernará en la mayoría de las capitales regionales, incluidas Santiago, Valparaíso y Temuco, y en siete de los diez municipios más habitados del país.

Para concejales, la Concertación triunfó con el 45.24% de los votos, mientras que la Alianza consiguió el 35.99%. Esta diferencia de puntos apaciguó el sentimiento de derrota por parte de la Concertación en alcaldes, y generó un poco más de esperanza para el oficialismo.

Tras la derrota que sufrió la Concertación en las elecciones, Michelle Bachelet realizó una dura autocrítica, pero se mostró optimista en cuanto al futuro.

Los resultados de las elecciones no significaban sólo la victoria de la opositora Alianza luego de 19 años, sino que marcaban el debilitamiento que estaba sufriendo la Concertación. Aunque ganaron en concejales, la perdida en comparación al 2004 era evidente, principalmente en comunas importantes del Gran Santiago y al nivel de capitales regionales. La Alianza parecía estar ascendiendo en poder, mientras que la Concertación descendía.

Algunos sectores destacaron que el problema más importante en lo económico que el gobierno de Bachelet debió afrontar fue el tema de la Matriz energética. La gestión de Hacienda, durante el periodo de Andrés Velasco como ministro, fue bastante parecida a la mantenida por Nicolás Eyzaguirre durante el gobierno anterior, con la diferencia que el gobierno de Bachelet hizo uso de las abultadas arcas del Fisco para construir en el 2007 el presupuesto más alto de la historia del país, manteniendo sin embargo un alto superávit estructural.

Bachelet se concentró en dar un énfasis social a su Gobierno, impulsando una batería de medidas, como bonos a los pensionados y a los sectores más vulnerables, junto al programa Chile Crece Contigo y la Reforma Previsional, uno de sus "proyectos estrella".

En educación, se pusieron en marcha programas como Becas Chile, que en su primera etapa benefició a más de 900 profesionales que podrían cursar estudios superiores en prestigiosas universidades extranjeras.

En materia deportiva, impulsó la construcción de una red de estadios para el Bicentenario, los cuatro primeros para albergar la Copa Mundial Femenina de Fútbol Sub-20.

A mediados de 2008 el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, anunció el aumento del gasto social en el presupuesto del 2009, marcado por la inversión en áreas como el trabajo y educación.

En los tres años de gobierno de Bachelet, Chile ha tenido una activa política internacional que se tradujo en su participación en los principales organismos de coordinación política y económica de América Latina y el Caribe, como el Grupo de Río, el MERCOSUR, la CAN y la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR). Asimismo, ha impulsado el trabajo en el Arco del Pacífico Latinoamericano y ha planteado la necesidad de actuar con una sola voz en las instancias multilaterales como Naciones Unidas, la Organización Mundial de Comercio y el Foro de Cooperación Económica del Asia Pacífico (APEC). Además ha apoyado el trabajo que ha desarrollado en la región la Organización de Estados Americanos (OEA).

Cabe resaltar que durante su ejercicio de la Presidencia Pro Témpore de UNASUR, se ha avanzado en la aprobación del Tratado Constitutivo del organismo y se han creado el Consejo de Defensa Suramericano y el Consejo de Salud Suramericano.

Chile ha impulsado diversas iniciativas de fortalecimiento vecinal con Argentina, Perú y Bolivia. Se pueden destacar iniciativas como el gran proyecto de conexión interoceánica Chile (Arica e Iquique), Bolivia (La Paz, Oruro, Cochabamba, Santa Cruz) y Brasil (Mato Grosso del Sur, Sao Paulo y Santos).

En junio de 2008, la Presidente Bachelet visitó Estados Unidos y suscribió un Memorando de Entendimiento con el Gobernador del Estado de California, Arnold Schwarzenegger. A través de él se asumió el compromiso de desarrollar en forma conjunta oportunidades de negocio, ampliar la formación e investigación en educación y realizar proyectos de investigación y desarrollo de sectores específicos en formación y perfeccionamiento de capital humano, educación, protección medio ambiental, energía, agricultura, tecnología de la información y comunicación y finalmente negocios.

La economía chilena creció un 3,2% en el año, tras registrar una expansión de apenas un 0,2% en el cuarto trimestre, su peor desempeño en casi 10 años, debido a los efectos de la crisis financiera internacional. La cifra del cuarto trimestre fue la más baja desde el período julio-septiembre de 1999, en la última fase de la crisis asiática, cuando la economía chilena se contrajo.

La demanda interna aumentó un 7,4%, liderada por el dinamismo de la formación bruta de capital fijo, que alcanzó una expansión del 19,5%. Aunque en menor magnitud, el consumo total también aportó al resultado al crecer 4,2%, mientras que respecto al comercio exterior, las exportaciones e importaciones de bienes y servicios crecieron un 3,1% y un 12,9%, respectivamente.

El ingreso nacional bruto disponible creció un 3,4 por ciento y el ahorro bruto total ascendió al 24,7 por ciento del PIB.

La balanza de pagos cerró con un déficit en la cuenta corriente de 3.440 millones de dólares, equivalente a un 2,0 por ciento del PIB del 2008, cuyo valor total fue de unos 172.000 millones de dólares.

Los sectores económicos que mostraron un mayor dinamismo fueron comunicaciones (10,4%) y la construcción (9,7%), seguidos del transporte (5,0%) y el comercio (3,8%), mientras que la agricultura se expandió un 3,0 por ciento.

Mientras la industria cerró el año sin variaciones, tras magras subidas en los tres primeros trimestres y una caída en el último, la minería, electricidad, gas y agua, y la pesca presentaron variaciones negativas. La minería cayó un 5,0 por ciento, a consecuencia de contracciones en todos los trimestres, determinadas principalmente por una menor producción de cobre.

El denominado “segundo tiempo” del gobierno de Bachelet tuvo un escenario complicado, teniendo en cuenta que está a las puertas de un año electoral.
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