IDD-Lat 2009

Costa Rica

Costa Rica ocupa el 2º lugar en el Ranking regional, cediendo el primer lugar que ocupó en 2008 a Chile. Esto es producto de que obtuvo una menor puntuación, en algunos indicadores, lo que se tradujo en un descenso de más del 6% en el índice general.

· En la Dimensión Respeto de los Derechos Políticos y las Libertades Civiles, ha obtenido un valor superior en un 11% al del año anterior, aún cuando el indicador que mide la inseguridad ha empeorado levemente. El resto de los indicadores se ha mantenido estable, salvo el que mide la participación de la mujer en el escenario político-institucional que ha mejorado notablemente. En el Ranking ocupa el 2º lugar, es decir que ha subido un peldaño y aún continúa superando ampliamente el promedio regional.

· El valor obtenido en la Dimensión de Calidad Institucional ubica a Costa Rica en el 3º lugar de la tabla, perdiendo dos lugares con respecto al 2008, fundamentalmente por un peor resultado en Accountability. Ha mantenido los valores en el resto de los indicadores, salvo en Percepción de la Corrupción que ha tenido un leve crecimiento. Producto de esto y debido a que otros países, como Chile y Uruguay que cuentan con valores más altos en variables de muchos peso, como es el de Accountability, han elevado el promedio y la ponderación de la dimensión, es que Costa Rica haya perdido posiciones en el ránking. Sin embargo, aún este país supera ampliamente el promedio regional.

· El desempeño en la Subdimensión Económica ha sido muy bajo, obteniendo la peor puntuación de su serie. Perdió 4 lugares en el Ránking con respecto al 2008, pasando del 1º al 5º lugar. Se debe a que los puntajes recibidos en Brecha de Ingreso, Endeudamiento e Inversión fueron más bajos. Estos retrocesos no los pudo compensar con las mejoras producidas en PIB per cápita y Libertad Económica. Aún sigue superando el promedio regional, pero levemente.

· El desempeño en sus indicadores sociales no ha sido tan bueno como el año anterior. Sin embargo aún sigue liderando el ránking, y el valor obtenido supera ampliamente el promedio regional. Mejora en Pobreza y Matriculación Secundaria. Se mantiene estable en el resto, salvo Mortalidad Infantil, donde retrocede en más del 10%.

Memoria Democrática 2008

En el 2008, el apoyo a la administración del presidente Oscar Arias ha mantenido una constante tendencia a la baja, afectado por las alzas en el costo de la vida y la creciente sensación de inseguridad que agobiaba al país.

Aunque no se había producido un incremento en el rechazo a las acciones del mandatario, sí se había presentado una disminución del respaldo, que se reflejaba en el menor índice de aprobación cosechado desde octubre de 2006.

Después de llegar al máximo del consentimiento a comienzos del año (índice positivo de 53), el apoyo para la segunda magistratura de Arias se fue reduciendo hasta ser menos de la mitad en octubre, cuando el índice llegó a 24 puntos.

El primer factor que explica este fenómeno es de carácter económico. En los hogares la principal preocupación que tenían las personas era el constante incremento en el costo de la vida, al punto que prácticamente la mitad de los encuestados consideraba que estaba peor que el año anterior.

El segundo factor que restaba puntos a la gestión presidencial era la inseguridad, pues en una cuarta parte de los hogares vivía al menos una persona que había sido víctima de la delincuencia. Llamaba la atención que casi un 60% pensaba que la inseguridad había aumentado, desde que Oscar Arias había comenzado su segunda gestión, y todavía más allá de esa proporción calificaba que en la guerra contra la delincuencia el Gobierno se había desempeñado de forma regular o mala. Por añadidura, prevalecía un elevado nivel de desconfianza en la policía.

Además de la inflación y la inseguridad, entre los principales fracasos del Gobierno los entrevistados computaban el apoyo al Cafta, dejar libres a los delincuentes, permitir la corrupción, permitir el ingreso de extranjeros y despedir a Fernando Berrocal como ministro de Seguridad.

En el extremo positivo, los mayores logros según los estudios de opinión eran el aumento de las pensiones para adultos mayores, los bonos de vivienda, paradójicamente también el respaldo al Cafta, la ayuda a estudiantes, la guerra contra el narcotráfico, el auxilio a los pobres y la infraestructura, en ese orden.

Algunos analistas consideraban que la imagen del presidente Arias se había visto afectada por algunas decisiones políticas que había tomado, relacionadas principalmente con los temas transparencia y medioambiente, puesto que podrían interpretarse como contradictorias.

En Costa Rica, la pobreza era de 17.7% de la población, un punto por encima del 16.7% de 2007, y la pobreza extrema llegó a 3.5%, 0.2 puntos más que los 3.3% anteriores.

En el campo laboral, con una fuerza de trabajo de casi 2.1 millones de personas, el índice de desempleo costarricense, ubicado en 4.9%, presentaba 0.3 puntos más que el 4.6 que registró en 2007.

Tras la reducción registrada en 2007, el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, había planteado al conocer esos porcentajes, que "si seguimos así podríamos llegar al 2010 acabando con la pobreza extrema". Sin embargo, revertido ese proceso de mejora, el gobernante hablaba de inminentes tiempos "de vacas flacas" y de mayor desempleo para la gente.

Según su hermano, el ministro de la Presidencia, Rodrigo Arias, "en cifras absolutas, alrededor de 40 mil costarricenses cayeron en la pobreza durante el último año, pero mediante los programas sociales se evitó que más de 100 mil entraran en esa misma condición. De no haberse invertido decididamente" con los programas sociales, "se estima que la pobreza habría crecido hasta 20.2 por ciento, es decir, un 2.5 por ciento más de lo que resultó este año".

El gobierno de Oscar Arias estuvo inmerso en una sucesión de escándalos que lo debilitaron para cumplir su programa de gobierno, tras dos años de desgaste por el esfuerzo de incorporar a Costa Rica en el tratado de libre comercio con Estados Unidos. El último escándalo estalló cuando se develó que el custodio de 150 millones de dólares de bonos de la deuda costarricense adquiridos por China, de un total de 300, era el banco BTC, uno de cuyos fundadores y principales accionistas era el embajador en Pekín, Antonio Burgués. La administración intentó mantener en secreto los detalles de la transacción durante varios meses, hasta que se vio obligado a romper el silencio, debido a las presiones de la oposición política y de la prensa local. Los opositores pidieron la cabeza del embajador, mientras que los partidos aliados al gobierno exigían una "investigación profunda", antes de decidir si demandaban la renuncia o destitución del diplomático. La nueva crisis se produjo cuando aún no se apagaban los ecos de otros dos escándalos que sacudieron el país.

Uno de ellos fue el aparente desvío, al pago de costosas consultorías, de 1,5 millones de dólares, que el gobierno de Taiwán había donado para construir viviendas a familias pobres, sospecha que produjo la caída del ministro de la Vivienda y hombre del entorno de Arias, Fernando Zumbado.

El otro fue la contratación, "secreta" y al margen de las normas de la administración pública de decenas de consultores para la Casa Presidencial, para lo cual se utilizó una donación del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) de dos millones de dólares.

El gobierno aún tenía la posibilidad de rescatar algunos de los proyectos que había iniciado en mayo de 2006 y que debió posponer para concentrarse en el esfuerzo por ratificar el TLC entre Centroamérica y Estados Unidos.

Entre los proyectos inmediatos de Arias estaba la aprobación de un plan para fortalecer la seguridad ciudadana, una nueva ley de tránsito que redujera la mortalidad en carreteras, la reducción del déficit de vivienda y el mejoramiento de la educación pública.

El Presidente descartó impulsar una reforma tributaria en los dos años de administración que le restaba. El Gobierno costarricense se había planteado recaudar unos 700 millones de dólares adicionales al año mediante algunas modificaciones a los impuestos de venta y renta, gravar las sociedades anónimas y crear un tributo a las transacciones financieras. El único proyecto que sí fue impulsado fue un impuesto para las casas de lujo que se destinará a la lucha contra la pobreza.

El gobierno del presidente Arias consideró "urgente" reformar la Constitución de Costa Rica, vigente desde 1949, para acabar con la "parálisis jurídica" que afectaba al país. Argumentaba que a la actual Carta Magna debían hacérsele cambios para eliminar una serie de trabas jurídicas, que impiden al Poder Ejecutivo sacar adelante muchas iniciativas que promovía.

En octubre de 2008 Arias aseguró que su país no se integraría a la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba), que promovía el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

La vicepresidente y ministra de Justicia de Costa Rica, Laura Chinchilla, renunció a sus dos cargos para lanzar su pre-candidatura presidencial para las elecciones del año 2010, pues existía una prohibición constitucional para que los miembros del Gobierno participaran en política partidista. Laura Chinchilla era una de las personalidades mejor calificadas por los costarricenses en diversas encuestas y, además, contaba con el apoyo de Arias, a quien agradecía por su paso por el Gobierno. En su carrera por la silla presidencial, Chinchilla tendrá que luchar por la candidatura del PLN con el ex ministro de Seguridad (2006-2008) Fernando Berrocal y quizás con el alcalde de San José, Johnny Araya, quien se había mostrado interesado, aunque no lo había confirmado oficialmente.
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