IDD-Lat 2010
Resultados del desarrollo democrático Regional
El impacto socioeconómico de la crisis mundial se ha hecho sentir sobre el desarrollo democrático latinoamericano que experimenta una caída del 5,7% en el promedio regional.
Como en años anteriores, Chile, Uruguay y Costa Rica se destacan del resto de los países por su alto desarrollo democrático con valores de 10.000; 9.732 y 9.252 respectivamente (ver Gráfico 1.1)
Panamá, Perú (que viene mejorando año tras año), Argentina y México conforman un segundo grupo de países que completan, junto a los mencionados, el conjunto de siete que superan el promedio regional. A su vez, Brasil y Colombia se suman a estos últimos cuatro para conformar el bloque de países que denominamos de “desarrollo medio”. El resto de los países presenta bajo desarrollo democrático.
Este año se destaca la caída de Honduras, producto de la grave crisis institucional que vivió durante el 2009.



Entre los aspectos relevantes del desarrollo democrático regional, este año destacamos:La crisis internacional quiebra, detiene o ralentiza – se definirá en las próximas mediciones- la curva ascendente del Desarrollo Democrático regional del último sexenio.
La democracia de los ciudadanos, aquella que tiene que ver con el respeto de derechos y libertades y con las condiciones para su ejercicio se encuentra, en la mayor parte de los países, en un nivel de aplazo.
Igual condición se repite para la democracia de las instituciones, o sea aquella que determina la calidad institucional y política de los países.
La ascendente curva de resultados del ejercicio del poder democrático en la región, (desarrollo humano, social y económico) tiene que ver más con la onda expansiva de la economía mundial y el precio de los commodities que con la eficacia de las políticas nacionales.

 
América Latina (18 países) Serie de los puntajes obtenidos en el Índice de Desarrollo Democrático desde 2002 al 2010

País
Valor 2002
Valor 2003
Valor 2004
Valor 2005
Valor
2006
Valor 2007
Valor 2008
Valor 2009
Valor 2010
Argentina
5,247
3,900
3,918
4,337
5,330
6,123
5,731
5,852
5,657
Bolivia
4,150
2,883
3,343
3,528
2,726
3,281
2,843
2,593
3,079
Brasil
3,932
5,028
3,348
3,820
4,468
4,582
4,520
4,514
4,691
Colombia
5,254
4,218
3,054
2,993
4,362
4,778
4,660
4,053
4,305
Costa Rica
8,575
7,847
8,633
8,510
9,704
9,706
10,321
9,696
9,252
Chile
8,757
10,031
10,242
10,435
10,796
10,360
9,670
10,000
10,000
Ecuador
1,694
2,376
3,122
3,658
2,237
3,206
2,521
3,484
2,931
El Salvador
5,544
6,273
4,452
5,053
4,718
3,967
4,184
3,490
3,526
Guatemala
3,992
2,928
3,884
1,648
3,834
3,502
3,444
3,284
2,999
Honduras
3,107
4,098
4,142
4,332
4,431
4,780
4,408
3,859
2,537
México
6,340
6,623
6,136
5,522
5,917
5,566
6,135
6,490
5,455
Nicaragua
2,963
4,230
3,614
4,032
3,151
2,730
3,860
3,795
3,039
Panamá
8,309
8,028
6,914
6,918
6,828
6,452
6,503
7,191
6,127
Paraguay
2,255
3,214
1,689
4,493
3,745
3,880
3,861
3,860
3,621
Perú
4,352
3,602
3,688
3,126
3,590
4,107
5,020
5,587
5,765
R. Dominicana
 
 
4,631
3,823
4,187
2,900
3,577
3,677
2,741
Uruguay
9,736
9,766
7,517
8,355
8,397
9,384
8,717
9,262
9,732
Venezuela
2,243
2,811
1,552
2,581
2,720
2,848
3,258
3,591
3,354
Promedio
4,803
4,881
4,660
4,842
5,063
5,120
5,180
5,238
5,657

























Fuente: Elaboración propia en base a los resultados del IDD-Lat 2002-2003-2004-2005-2006-2007-2008-2009 y 2010


 
Período 2002-2010:

Son tres los países que se distinguen en todo el período y en todas las dimensiones por la excelente puntuación obtenida: Chile, Uruguay y Costa Rica.
 


Los países de mayor peso económico y poblacional presentan un comportamiento muy desparejo que termina llevándolos a posiciones intermedias: Brasil, México, Argentina y aún más bajas Colombia y Venezuela


 
Los países que se destacan por un comportamiento homogéneo de bajo desarrollo en todas las dimensiones (debajo de 4,5 puntos) son: Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras y Venezuela (Gráfico 1.4).
Bolivia, Honduras, Nicaragua, Paraguay y República Dominicana, presentan bajo desarrollo en tres de las cuatro dimensiones medidas.



Colombia, Paraguay, El Salvador y Venezuela, en ese orden, se encuentran más cerca de abandonar la zona de bajo desarrollo.
En cambio a Bolivia, Nicaragua, Guatemala, Ecuador, República Dominicana y ahora Honduras no les resultará simple escapar de la zona de desarrollo democrático mínimo (ver gráfico 1.5)


 
Comparación 2010-2009

En el informe 2010, son 12 los países (66,7%) que empeoran en la Dimensión de derechos y libertades del ciudadano.

     En tanto, 11 países (61,1%) empeoran en la Dimensión de Calidad Institucional y Eficiencia política.

     Sólo 7 países (38,9%) empeoran su resultado en la subdimensión social, posiblemente a causa del rezago en la medición de indicadores sociales lo que puede ralentizar el impacto de la crisis en este tipo de indicadores.

     En la subdimensión económica la mitad de los países avanza y la otra mitad retrocede.

     En la medición general del IDD-Lat, respecto del año anterior, son 10 (55,5%) los países que caen.

La evolución del IDD-Lat respecto del año anterior indica que los países que mejoran o se mantienen son: Chile (que continúa obteniendo el mejor valor regional); Uruguay (que crece un 5,1%); Perú (que eleva su puntuación en un 3,1%); Brasil (que mejora un 3,8%); Colombia (con un índice superior en un 6,1%); El Salvador (que prácticamente se mantiene en su puntuación del año anterior con una variación positiva del 0,9%) y Bolivia que sale del último lugar del ranking que ocupaba en 2009 (creciendo un 18,6%)



Fuente: elaboración propia en base a los resultados del IDD-Lat 2009 y 2010.
 
O sea que sólo siete de los dieciocho países evaluados (un 38,9%) logró mantenerse o superar su performance del año anterior. La puntuación de los restantes once países (61,1%) decrece con respecto al año 2009.
Este comportamiento, que quiebra la tendencia creciente que mostraba la mayor parte de los países en años anteriores, se explica por el impacto que la crisis internacional generó en la mayoría de las variables económicas y sociales de los países de la región.
Entre los países que tuvieron un comportamiento negativo, el máximo nivel de caída se observa en Honduras (34,4%) donde, a los efectos de la crisis financiera internacional, se suma el impacto de la grave crisis institucional que hizo que el país se apartara del camino democrático por el término de un año.
En orden de caída le siguen República Dominicana (22,5%); Nicaragua (20,0); México (16%); Ecuador (16%); Panamá (14,8%); Guatemala (8,8%); Paraguay (6,3%); Venezuela (6,2); Costa Rica (4,6) y Argentina (3,4%).
 
Dimensión de Derechos Políticos y Libertades Civiles

País
Dimensión II 2010
Chile
9,236
Uruguay
8,802
Costa Rica
7,950
Argentina
6,848
Perú
5,915
Panamá
5,874
Bolivia
5,277
R. Dominicana
5,114
Nicaragua
4,751
México
4,637
Brasil
4,547
El Salvador
4,420
Ecuador
4,320
Honduras
4,282
Paraguay
4,124
Colombia
3,775
Guatemala
3,117
Venezuela
2,903
Tabla 1.2. América Latina (18 países) Puntaje obtenido en la Dimensión II del IDD-Lat 2010
Fuente: Elaboración propia con base en IDD-Lat 2010.
En la Dimensión que mide el desarrollo democrático desde la óptica del ciudadano, o sea desde las condiciones para que ejerza sus derechos y libertades, se observa una leve caída en el promedio general del 1,5%. Chile, Uruguay y Costa Rica, en ese orden, lideran el ranking de esta Dimensión (Ver Tabla 1.2). Argentina, Perú, Panamá, Bolivia y República Dominicana completan el grupo que supera el promedio regional. Los restantes diez países analizados se ubican por debajo del promedio. En la comparación con el año anterior, la mejor evolución interanual la presenta El Salvador, que mejora un 17,9%, seguido por Perú que incrementa su índice en un 10,9% (Ver Gráfico 1.7). Las caídas más importantes en la comparación con los valores de 2009 se observan en Argentina, Costa Rica, Honduras, México y Panamá. Los restantes países presentan leves variaciones en torno a la puntuación obtenida el año anterior. Sigue siendo pobre el nivel de desarrollo democrático de la mayor parte de los países en la dimensión de la “democracia del ciudadano”.





Dimensión Calidad Institucional y Eficiencia Política

País
Dimensión III 2010
Uruguay
8,887
Chile
8,786
Costa Rica
8,039
Panamá
6,509
Perú
6,250
Colombia
5,454
México
4,619
Paraguay
4,532
Guatemala
4,490
Brasil
4,261
El Salvador
3,906
Ecuador
3,467
Venezuela
3,390
Nicaragua
3,285
Argentina
3,230
Bolivia
3,179
R. Dominicana
2,760
Honduras
1,749
Tabla 1.3. América Latina (18 países) Puntaje obtenido en la Dimensión III del IDD-Lat 2010
Fuente: Elaboración propia con base en IDD-Lat 2010
En lo relativo a la Dimensión que analiza la calidad institucional y política de los países, Uruguay supera levemente a Chile y, en valores muy próximos se ubica Costa Rica (Ver Tabla 1.3).
Panamá, Perú, y Colombia completan el reducido conjunto de países que logra superar el promedio regional.
Los restantes doce países están por debajo de ese promedio.
La caída más notoria se observa en Honduras como lógica consecuencia de su crisis político-institucional que la puso al borde de la eliminación de la lista de países analizados en el IDD-Lat.
Destaca también la caída de República Dominicana que empeora un 42,3% respecto de la puntuación obtenida el año anterior (Ver Gráfico 1.8).
Nicaragua, Ecuador, Panamá y Paraguay caen más de un 10% respecto del año 2009.
La Argentina, México y Perú completan el grupo de países que no logran, este año, mejorar su calidad institucional y eficiencia política.
Colombia y Bolivia son quienes encabezan el grupo que mejoró su puntuación, acompañados por Brasil, Costa Rica, Chile, Guatemala, Uruguay y Venezuela.



En esta Dimensión, que evalúa el desarrollo democrático de las  instituciones y del sistema político, dos terceras partes de los dieciocho países evaluados no alcanzan el promedio regional demostrando que el respeto y la valoración de las instituciones y de la política no constituyen activos destacados en la cultura democrática regional.

Dimensión Poder Efectivo para Gobernar
Subdimensión Desarrollo Social y Humano

País
SubDim. IV Social 2010
Costa Rica
2,726
Chile
1,797
Uruguay
1,454
Argentina
1,277
Brasil
0,685
México
0,450
Panamá
0,067
Bolivia
0,011
Honduras
-0,053
Venezuela
-0,499
El Salvador
-0,530
Perú
-0,530
Paraguay
-0,576
Colombia
-0,688
Nicaragua
-0,729
Guatemala
-1,239
Ecuador
-1,541
R. Dominicana
-2,083
Tabla 1.4. América Latina (18 países) Puntaje obtenido en la Dimensión IV, Subdimensión Social del IDD-Lat 2010
Fuente: Elaboración propia con base en IDD-Lat 2010.
El primer aspecto saliente del análisis de la Subdimensión Social es que nueve países, o sea la mitad del conjunto analizado, han mejorado su puntuación con respecto al año anterior y entre ellos los que más han crecido son Bolivia, Brasil y Uruguay (Ver Gráfico 1.9).
Entre los países que han obtenido una puntuación inferior a la de 2009, destacan por la gravedad de su caída Colombia y Panamá.
El indicador que más ha influenciado en la caída de la puntuación general ha sido el que mide el desempleo urbano y esto es coincidente con lo mencionado anteriormente acerca de las consecuencias de la crisis internacional y su impacto en la Región. El promedio del indicador que mide Hogares bajo la línea de la pobreza ha sido levemente más bajo que el del año anterior, quebrando la tendencia de un sexenio que hasta el año anterior se había caracterizado por la reducción de la pobreza y la disminución de la desigualdad. En ese año la tasa de pobreza alcanzó 33,0%, o sea 11 puntos porcentuales menos en el promedio regional respecto de lo registrado seis años antes.
O sea que, aun cuando el incremento pronunciado del precio de los alimentos llevó a que la indigencia creciera en el último año, su incidencia equivale a solo dos tercios de la registrada en 2002. Esta reducción de la pobreza provino principalmente de un incremento en el ingreso medio de la población, que fue complementado por las mejoras distributivas registradas en algunos países.
Los avances logrados, sin embargo, no logran ocultar una realidad que marca que los niveles de pobreza en la región continúan siendo elevados y afectan en mayor proporción a los sectores más vulnerables: las mujeres, los ancianos y los niños.
Los logros en materia de lucha contra la pobreza han llevado a que la situación actual sea más favorable que la de las dos décadas pasadas. No solo se encuentran las actuales tasas de pobreza e indigencia muy por debajo de las de 1990 -cuando prácticamente la mitad de los latinoamericanos no tenía ingresos suficientes para cubrir las necesidades básicas- sino que el número de personas pobres se sitúa en alrededor de 20 millones de personas menos que las alcanzadas por este fenómeno en ese año.


En lo que respecta a la tasa de pobreza, por primera vez todos los países de la región presentaron un valor menor al registrado en 2002. El porcentaje de disminución anual alcanzó sus valores más altos en Argentina, Venezuela, Chile, Perú y Brasil, en ese orden, superando el 5% de disminución por año en todos ellos. En el otro extremo, las disminuciones anuales en Paraguay, El Salvador, República Dominicana y Uruguay fueron inferiores a 2%.
O sea que pese a los pocos avances en materia de libertades, derechos e instituciones, el funcionamiento de la democracia ha traído a la región una mejora para los sectores más necesitados, aunque todavía está lejos de satisfacer las necesidades y esperanzas.
Costa Rica continúa liderando la subdimensión social en el IDD-Lat 2010, con un puntaje superior al obtenido el año anterior. Chile alcanza nuevamente el segundo lugar. El tercer lugar del ranking ha sido el más disputado en los últimos años ya que alcanzaron esa ubicación países diferentes en los últimos tres años: Argentina (2008), México (2009) y Uruguay (2010).
 
Subdimensión Desarrollo Económico

País
SubDim. IV Económica 2010
México
1,515
Venezuela
1,106
Uruguay
0,875
Chile
0,751
Costa Rica
0,316
Colombia
0,315
Argentina
0,281
Perú
0,224
Brasil
0,156
Panamá
0,153
R. Dominicana
-0,153
Guatemala
-0,198
Ecuador
-0,216
El Salvador
-0,542
Paraguay
-0,632
Honduras
-0,760
Nicaragua
-1,057
Bolivia
-2,135
Tabla 1.5. América Latina (18 países) Puntaje obtenido en la Dimensión IV, Subdimensión Social del IDD-Lat 2010
Fuente: Elaboración propia con base en IDD-Lat 2010.
Las economías de la región llegaron a la crisis que se produjo a fines de 2008 con mayores fortalezas que en el pasado. Entre ellas se destacaron el menor endeudamiento público y las mayores reservas internacionales.
El auge que América Latina había experimentado entre 2003 y 2007, basado en una combinación inusual de bonanza financiera, incremento excepcional del precio internacional de sus productos de exportación y altos niveles de remesas de trabajadores, llegó a su fin. Ya a lo largo de 2008 varias economías de la región experimentaron una desaceleración importante, entre ellas México, Colombia, Venezuela y casi todas las economías más pequeñas de Centroamérica.
Lo que fue peculiar con respecto al mundo desarrollado fue la capacidad de la Región de aislarse relativamente de la primera fase de la crisis, gracias al renovado auge de precios de productos básicos, la relativa seguridad para los capitales que representaban sus altísimos niveles de reservas internacionales y el dinamismo persistente de las grandes economías asiáticas.
Por ello las repercusiones financieras de la crisis internacional para América Latina han sido en ciertos aspectos menos graves que en crisis anteriores, gracias al desarrollo de los mercados de deuda nacionales y a la mejora de la situación financiera de las economías de la región, que durante un tiempo han permitido compensar parcialmente la retracción del flujo de ingreso de capitales reduciendo las salidas brutas. Además, las generalizadas políticas de estimulación de la demanda interna con apoyos estatales han propiciado una relajación de las condiciones financieras, tanto externas como internas.
Y esto también se puso de manifiesto en la ponderación de la Subdimensión económica. Once países se sitúan por encima de este resultado, mientras que en el 2009 fueron diez. Si comparamos las dos últimas mediciones se repiten los mismos países por encima del valor promedio (Argentina, Brasil, Costa Rica, Chile, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela) y en el 2009 se sumó Guatemala y este año lo hicieron Colombia y Ecuador (Ver Gráfico 1.10). De alguna manera vemos que los caminos de desarrollo económico y social que emprendieron algunos países de la región se sostienen a lo largo del tiempo, intentando romper las atávicas barreras de inequidad y de exclusión que caracterizan a América Latina. Sin embargo, el comportamiento errático de algunos países y la inestabilidad y volatilidad de los mercados internacionales y de las reglas de juego macroeconómicas hacen que los esfuerzos y los caminos virtuosos elegidos no logren los resultados esperados.
Si comparamos la subdimensión económica con la social, en la primera es mayor el conjunto de países que presenta avances en sus puntuaciones que el que retrocedió en sus puntajes.
Ocho países han obtenido menor puntuación a la alcanzada en el 2009.




El país que presenta el mayor deterioro es Guatemala. Entre los países que han mejorado su comportamiento se destacan Colombia, República Dominicana y Uruguay.
Así como en la medición anterior los indicadores que hicieron subir el promedio regional habían sido el mayor PIB per cápita y el menor Endeudamiento, en esta ocasión los indicadores que conforman la subdimensión han tenido comportamientos variables, sin definir ninguna tendencia, salvo el indicador que mide Endeudamiento que presenta una tendencia positiva y por el contrario, el PIB per Cápita, que tuvo un comportamiento negativo.
Esto es consecuencia de que el PIB de la región comenzó a desacelerarse en el tercer trimestre de 2008, registrando variaciones negativas ya al inicio de 2009. Aunque en el segundo semestre comenzaron a observarse signos de recuperación, para ese año la caída del nivel de actividad regional se ubicó entre 1,5% y 2%, lo que significó un descenso en términos per cápita de alrededor de tres puntos porcentuales. El impacto de la crisis fue más marcado en ciertos países, como México y algunos de Centroamérica.
A pesar de ello, el primer lugar del ranking regional lo sigue ocupando México, tal como había sucedido en el 2009 y en el segundo lugar está nuevamente Venezuela. Este año Chile no se ubica en el tercer lugar, que es ocupado ahora por Uruguay. El último lugar lo continúa ocupando Bolivia.
Debe destacarse que la distribución de la riqueza también ha sido una nota favorable de la democracia latinoamericana en los últimos años. Al comparar las cifras más recientes con las registradas en 2002 se reafirma la tendencia observada hacia una mejor distribución del ingreso. Se mejoró en un 5% en promedio durante el período mencionado. Así, según el Panorama Social de la CEPAL (2009), la concentración de riqueza presentó caídas importantes en varios países, entre los que se destacan Venezuela (-18%), Argentina (-10%), Perú (-9%), Bolivia, Nicaragua, Panamá y Paraguay (-8% en todos ellos). Los únicos países que presentaron incrementos en la concentración del ingreso en ese período fueron Colombia, Guatemala y la República Dominicana.
Debe tenerse presente que los resultados favorables del último sexenio no alteran el hecho de que la desigualdad en América Latina continúa siendo una de las más altas del mundo. Ello no solo queda en evidencia al comparar los índices habituales de concentración del ingreso entre regiones, sino también en el ámbito de las percepciones de la población, que en su gran mayoría considera que la distribución del ingreso es injusta.
En América Latina, las percepciones de injusticia distributiva se asocian principalmente con las opiniones ciudadanas de inexistencia de garantías económicas y sociales básicas, lo cual pone en evidencia la necesidad de acciones de los estados para cerrar las brechas sociales y avanzar en la cohesión social. Sin embargo, la percepción de una alta inequidad distributiva también se relaciona con la desconfianza en las instituciones políticas y con la creencia de que los gobiernos sirven más a las elites que a las mayorías, lo cual indica que la población percibe a la desigualdad como un problema de poder que va más allá de la concentración económica, y que de no ser abordado en su integralidad, puede obstaculizar a las iniciativas para promover la cohesión social y para consolidar el desarrollo democrático.
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